Un omega con una misión

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Jimin siempre fue consciente de su belleza desde temprana edad. Seamos sinceros, los padres les dicen a sus hijos que son las criaturas más bellas que existen, por más feos que puedan ser. El amor es ciego, y tampoco vas a aceptar que tu hijo, por más cierto que sea, sea feo. Es tu hijo después de todo y, de alguna manera, eso daría a entender que podría ser tu culpa.

Sin embargo, desde que Jimin era un infante, personas externas de su círculo cercano y familiar recalcaron su belleza.

Así que sí, él sabía que estaba por encima del resto. No solo era hermoso, sino que también era inteligente, atlético y de buenos modales. Él era perfecto por diversas razones, entre una de las más importantes figuraba la humildad.

Una verdadera belleza no debe ser consciente de su belleza, caso contrario se marchitaba rápidamente y todo encanto se esfumaba, pero... ¿Cómo ignorar que es hermoso desde la cabeza hasta la punta de los pies? Por donde iba, robaba suspiros y enamoraba a toda persona que haya tenido la dicha de posar sus ojos en él.

Entonces decidió marcar la diferencia.

Una belleza debía ser pura, no en el sentido de jamás haber tenido a un alfa, claro que no, dejen ese pensamiento a los ilusos. No, él se refería a la pureza que se encuentra en la ignorancia. Una que te hacía preguntar "¿Cómo alguien tan perfecto como Jimin no se da cuenta de que es perfecto?", lo que ocasionaría que no se sintieran dignos de siquiera compartir el mismo aire que él.

Le dirían "Oh, Jimin, eres tan hermoso".

Y él con timidez mezclada con una pizca de vergüenza respondería "Oh... ¿en serio lo crees? Muchas gracias".

Entonces su belleza se multiplicaba. Humildad, claro, a la gente no le gusta las personas que eran presumidas. Algo tonto, pero funcionaba. Él lo hizo funcionar.

Era hilarante, debías ser un completo idiota para creer que él no se daba cuenta de lo lindo que era y el efecto que tenía en las personas por solo existir ¡Por favor! ¿Acaso eran así de manipulables ante una cara bonita? Al parecer sí. En ese momento él supo con certeza que el mundo estaba lleno de tontos, y si ellos rogaban estar bajo las órdenes de un ser tan celestial como él ¿Quién era Jimin para negárselo?

Por lógica, un omega de su clase tan inalcanzable no debería tener preocupaciones en el amor, ya que todo alfa en la faz de la tierra estaba de rodillas por él.

Sí, él también creía que cuando llegara el momento, iba a ser así, pero no.

Incluso un omega tan asombroso como él tenía problemas para relacionarse con el alfa que le gustaba.

Un alfa de aspecto sencillo sin nada de espectacular: Min Yoongi.

No era el más guapo o musculoso, tampoco el mejor de la clase, ni con algún talento en particular, pero le gustaba ¿Por qué? Ni él lo tenía claro, pudo suceder cuando lo rescató de esos estúpidos que no podían aceptar que en su jodida existencia tendrían una oportunidad con alguien como él, o cuando a medida que se acercó a ese alfa, notó que Yoongi guardaba una perspectiva de la vida completamente diferente.

No había una razón ni motivo en específico, tal vez era, porque en sí Yoongi era diferente al resto de otros alfas, quizás todo en su conjunto. De lo único de lo que estaba seguro era que sus latidos aumentaban de ritmo al tenerlo cerca, y su voz. Por la Luna, ese alfa contaba con una voz profunda y ronca, a veces cuando iba en tonos más bajo, un escalofrío le recorría por completo y su lobito mostraba la pancita.

Entonces descubrió algo nuevo, pero no tan agradable. Incluso un ser tan divino como él podía sentir celos ¡Celos! ¿Podían creerlo? Una criatura hecha en base a la perfección podía sentirse amenazada, como si existiera en la tierra alguien que estuviera a su nivel para rivalizar con él ¡Era inaudito!

Simplemente Yoongi ➳ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora