Par de Chismosos

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Dos semanas.

Dos malditas semanas y aún no había ni un miserable signo de cortejo.

Jimin estaba al borde del colapso si es que no lo estaba ya. Esta ansiedad que se apoderaba de él al esperar que ese alfa hiciera algo, un movimiento, por más mínimo fuera, lo estaba volviendo loco. Incluso si solo le daba una miserable roca sería el omega más feliz de la escuela, pero ni eso.

Si era sincero, si no supiera que le gustaba a Yoongi, creería que el pálido estaba huyendo de él.

Pero eso era imposible, ¿no?

Es decir, ¿por qué huiría de él? Vamos, ese alfa está perdidamente enamorado de su persona. Es ilógico. El problema con Yoongi era que su timidez podía más con él que sus ganas de cortejarlo.

Soltó un gritito frustrado.

«Inhala, exhala. Inhala, exhala. Inhala exhala», se recordó como si fuera un mantra. «Los omegas hermosos no tienen estrés».

La paz duró poco cuando Jimin notó un tic en su ojo izquierdo.

Estúpido alfa cobarde.

—Jimin. —Nayeon lo devolvió a la realidad mientras se rizaba sus pestañas sin mostrar emoción alguna. No le gustaba ver a su mejor amigo así de preocupado—. Cálmate.

Claro, eso era tan útil como decirle a una persona que está triste que deje de estarlo.

El aludido viró los ojos. Se sobresaltó cuando de repente la castaña se posicionó detrás de él y lo agarró por sus hombros. Ambos mirándose en el gran espejo del baño de omegas.

Arqueó una ceja con escepticismo. Nayeon era extraña cuando se lo proponía.

—Repite conmigo —ordenó. Jimin guardó silencio—. "Una perra sorprendente... curvilínea y elocuente... magnificament..."

—¡¿Qué mierda estás diciendo?! —la interrumpió molesto y sonrojado ¿Qué demonios le sucede a Nayeon?

—Es para empoderarte —La chica respondió con un puchero de por medio. Estaba segura de que funcionaría—. Me lo digo cada mañana —susurró más para sí misma.

—Okey... pero no necesito empoderarme. —Por favor, Jimin conocía perfectamente su valor. Solo bastaba mirar su rostro todos los días y su promedio perfecto—. Yo necesito que Yoongi haga algo. Solo eso.

—A eso quería llegar. —Sonrió orgullosa. Había previsto que esto sucedería tarde o temprano si a Jimin no se le quitaba ese pequeño capricho por ese alfa raro—. Yoongi es un alfa con una personalidad pasiva.

—¿Disculpa?

—No me malentiendas. Yoongi es un alfa tranquilo, no grita, no reclama y siempre está en un estado de paz que a veces creo que ni está realmente aquí. —«O se simplemente droga», pensó seriamente, pero lo obvió—. No es agresivo. No es un alfa convencional de los que te encuentras por ahí, para dejarlo claro. Por lo que el cortejo tampoco va a ser convencional.

—Creo que no te entiendo...

Nayeon sonrió maliciosamente y apretó con mayor fuerza los hombros del pelirosa.

—Jimin, no debes esperar a que Yoongi haga algo —«No lo hará», pensó, pero se lo guardó. No quería deprimir a su amigo—. Hazlo tú. ¿Quieres a ese alfa? Pues ve y díselo ¿O acaso tienes miedo?

—¡No! —respondió Jimin con seguridad.

Nayeon sonrió orgullosa por esa disposición.

—Entonces vas a ir por ese alfa y lo reclamarás como tuyo, ¿sí? —Jimin asintió efusivamente—. ¡Bien! No me vuelvas a dirigir la palabra hasta que no lo hagas.

Simplemente Yoongi ➳ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora