Después de la graduación, empezaron las vacaciones de verano.
Emma fue la primera en irse de regreso a Londres.
El resto del verano nosotros la pasamos saliendo y viajando, al poco tiempo Kaia y Adam formalizaron lo suyo y aunque siempre salíamos con ellos, Aidan siempre buscaba la forma de que nosotros pasar aramos tiempo juntos.
Por nuestro lado, Aidan y yo seguimos perfectamente y lo presente a mis padres oficialmente como mi novio.
Ahora, estamos en el aeropuerto.
- ¿Vendrás en vacaciones? – mi voz se empezaba a cortar, esta sería la primera vez que Kaia y yo nos separábamos.
- Tenlo por seguro – respondió Kaia y note que sus ojos se empezaron a cristalizar.
No tenía más que decir, me abalance sobre ella y la abrase por la cintura aferrándome a su cuerpo.
Kaia correspondió el abrazo con la misma intensidad que yo.
- Es hora de irnos amor – reconocí la voz de Adam detrás de mí.
Nos separamos y note como las lágrimas caían por las mejillas de Kaia, eso solo pasaba muy pocas veces.
- Te veré pronto Ayers.
- Hasta luego Barnes.
Kaia poso su vista hacia el chico que se posaba a lado mío.
- Cuídala Gallagher – dijo mientras le daba unas palmadas en su hombro.
Solté una risa baja.
- La he cuidado desde los nueve años, tú tranquila – respondió Aidan con su vista fija en mí.
Kaia me dio una última sonrisa para después darse vuelta y empezar a caminar.
- Los veré luego – se despidió Adam sonriente y empezó a caminar detrás de Kaia.
Perdí de vista a Kaia y voltee a ver a Aidan y me sorprendió ver que su nariz empezaba a sangrar.
- Tu nariz está sangrando – lo mire preocupada.
Aidan saco de su pantalón un pedazo de papel y se empezó a limpiar la sangre.
- De seguro es por el calor – dijo mientras se limpiaba.
El cree que no me he dado cuenta, pero durante el verano lo notaba cansado y pocas veces lo observe respirando pesado.
- ¿Ya fuiste al doctor? – pregunte angustiada, no me creía eso de que le sangraba la nariz solo por el calor.
- No es necesario, vamos a casa – empezó a caminar hacia la salida del aeropuerto.
Lo mire mientras se iba y creí que era mi imaginación pero cada vez lo notaba más delgado.
Algo le estaba pasando a mi chico.
******
Llegamos a su casa y nos dirigimos a la cocina donde se encontraban sus padres.
- ¡Ya regresaron! – exclamo su madre cuando se percató de nuestra presencia.
El señor Rob se acercó a nosotros, y su vista se posó en las manchas de sangre en la camisa de Aidan.
- ¿Te volvió a sangrar la nariz?
Esa pregunta solo hizo que mi preocupación aumentara.
- Si, pero nada fuera de lo normal – respondió Aidan sin importancia.
- Hay que ir con un doctor hijo – propuso su madre acercándose a nosotros.
- Es lo que le he estado diciendo – resople con el ceño fruncido.
- Y yo te he dicho que no es nada gra....
No termino la frase porque simplemente cerró los ojos antes de caer al suelo.
Reaccione y me hinque tomando su rostro con mis manos preocupada.
- ¡Aidan, cariño despierta! – no hubo respuesta de parte suya y mi preocupación creció aún más.
- ¡Lauren, ve por las llaves del auto! – dijo el señor Rob alterado.
Su madre salió de la cocina corriendo y el señor Rob se agacho a mi altura y tomo a Aidan por la espalda y lo levanto del suelo.
Salí de la cocina detrás de él, al llegar al carro dejaron a Aidan en el asiento trasero, me subí al auto y puse con cuidado la cabeza de Aidan en mis piernas.
El carro empezó a acelerar y yo solo tenía mi vista en mi chico.
- Despierta por favor – suplique acariciando su cabello.
Al llegar al hospital pusieron a Aidan en una camilla y lo pasaron a una habitación, por otro lado la señora Lauren le empezó a explicar al doctor los síntomas que ha tenido Aidan desde hace meses.
-Le aremos unos estudios a su hijo, por ahora esperen aquí – dijo el doctor y se fue en la dirección por donde se habían llevado a Aidan.
******
Hasta aquí el CAPITULO XXII
Nos vemos en el CAPITULO XXIII
No se les olvide votar
ESTÁS LEYENDO
Coincidencia
FanfictionUna historia comenzara después de conocer al niño nuevo....dos mejores amigos, dos personas, pero un solo destinó. [...] -Tal vez el destino nos quiere juntos. La niña soltó una risa y dijo: -O talvez es solo una coincidencia. El pequeño bajo su mir...