CAPITULO XXXVI

1.7K 261 24
                                    

Meses después

Termine de cerrar mi maleta y la acomode con dificultad a lado de mi cama.

Llaman a la puerta y me giro intentado recuperar el aire.

- ¡Adelante!

La puerta se abre dejando ver a la señora Lauren.

- ¿Por qué llego tan temprano? – hable entre risas.

- Estaré ocupada más tarde, así que vinimos a despedirnos de nuestra niña favorita – abrió los brazos acercándose a mí, yo copie su acción y deje que sus brazos me envolvieran.

Arquee las cejas confundida después de unos segundos.

- ¿Vinimos? – pregunte.

Nos separamos, se giró en dirección a la puerta y contemple al señor Rob entrando a la habitación sosteniendo una caja con ambas manos.

- ¡Hola! – chille emocionada.

Se agachó para dejar la caja a un lado de la puerta, no le di tiempo para incorporarse porque rápidamente me acerque a él y envolví ambos brazos en su torso.

- Al parecer, alguien me extraño – lo escuche decir entre risas.

- Los voy a extrañar – apreté más mi agarre y hundí mi cabeza en su pecho.

- Te iremos a visitar, cariño – hablo su esposa acariciando mi espalda.

Me separe y los mire con una pequeña sonrisa en el rostro.

- No quiero llorar – solté una risita - ¿qué hay en la caja? – intente cambiar el tema.

- Son cosas que pensamos, te gustaría llevar a Nueva York.

- Tendré que hacer otra maleta entonces.

- También te veníamos a traer esto – la señora Lauren salió de la habitación y después de unos segundos volvió a entrar, pero con algo en las manos.

El aire abandono mis pulmones, me quede quieta viendo aquello.

Me extendió lo que tenía y con las manos temblando lo tome.

La guitarra de Aidan estaba en mis manos.

Esa guitarra, con la que muchas veces lo escuche cantar.

Esa guitarra era su favorita.

Una sonrisa adorno mi rostro recordando a dos pequeños de tan solo diez años.

- Cuando nos casemos te dedicare una canción, y la tocare con esta guitarra – dijo Aidan emocionado con una pequeña sonrisa adueñando su rostro.

- Aidan, soy tu amiga no tu novia – hable posando mi mano sobre la suya y con una pequeña sonrisa lo mire a los ojos.

- Eso ya lo veremos.

Mis ojos se cristalizaron y aun con la sonrisa en el rostro alce la mirada hacia mis suegros.

- Gracias... - dije en casi un susurro.

- Ya nos vamos cariño, te veremos pronto – mi suegra se acercó a mí y deposito un beso en mi mejilla.

- Suerte – hablo su esposo y deposito un beso en mi coronilla.

Observe como estaban por cruzar la puerta, cuando hable.

- ¡Gracias por todo!

- Gracias a ti querida.

******

Después de unas horas, lleve la caja hasta mi cama y la abrí.

A simple vista había fotos y cosas sentimentales.

Hurgue mejor entra la caja hasta que mis ojos conectaron con algo en especial.

Lo tome y saque de la pequeña caja.

La primera foto de Aidan y yo.

Estaba aquí, conmigo.

Una sonrisa se extendió por mi rostro.

Mire la hora en mi teléfono [5:25 PM] no tardaría mucho en anochecer, deje la fotografía en mi mesita de noche, tome mi mochila, un abrigo y salí de mi habitación

Caminaba a paso rápido por las calles de Los Ángeles.

Me faltaba una persona de la cual debía despedirme antes de irme.

Cuando llegue a mi destino, me apoye con mis rodillas en el césped, deje el ramo de rosas encima de la lápida y una lagrima callo por mi mejilla.

- Hola cariño – limpie con el dorso de mi mano la lagrima y respire hondo.

- Solo venía a despedirme de mi chico.

******

Hasta aquí el CAPITULO XXXVI

Nos vemos en el CAPITULO XXXVII

¡¡ULTIMOS CAPITULOS!!

No se les olvide votar.

Coincidencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora