Coincidencia

CAPITULO I

Narrador

Era un día soleado en Los ángeles, el sol despejado y las áreas verdes iluminadas por sus rayos de luz, un día normal para cualquiera

En algún lugar de los ángeles, se encontraba una pequeña niña dentro de un salón de clases.

Mientras aquella pequeña intentaba descifrar un problema del pizarrón que anteriormente había dejado la maestra, no se percató de la presencia de un niño nuevo.

- Niños tenemos un nuevo compañero en nuestra clase - soltó la maestra haciendo que la pequeña posara su atención hacia el pequeño.

Todos posaron su atención hacia aquel niño que se integraba a su clase.

- Preséntate cariño -Le indico la maestra agachándose a la altura del pequeño.

El pequeño dio un paso hacia adelante y solo observo a los que serían sus próximos compañeros de clase.

- Hola...me llamo Aidan - confeso el pequeño, tímido y con la mirada baja.

- Bien Aidan tu lugar será al lado de ____ - dijo la maestra apuntando a la pequeña que se encontraba al final de las mesas.

El pequeño solo volteo a ver a la pequeña niña, tenía nervios de ir y que simplemente no lo aceptara, pero lo que calmo al pequeño fue aquella sonrisa que le dedico la pequeña desde su asiento.

El niño con su mochila se dirigió hasta la última mesa, al llegar, la pequeña quito un cuaderno del nuevo asiento de aquel pequeño.

El pequeño simplemente se sentó y volteo a ver a la pequeña sentada a su lado, y le dedico una simple sonrisa, la misma que la pequeña le dio segundos atrás.

- ¿Cómo te llamas? - pregunto el pequeño con nervios.

La pequeña soltó una risa por su pregunta, pero sin importar nada, respondió.

- Me llamo ____, mucho gusto Aidan - respondió la pequeña sonriendo mientras le ofrecía su mano para que el pequeño la estrechara.

- El gusto es mío ____ - sonrió, mientras estrechaba su mano con la de la pequeña.

Ambos niños se miraron y solo sonrieron para volver a posar su atención hacia la maestra.

El hacer amigos no era algo común para ____, siempre solía ser rechazada por los demás niños, la mayor parte del tiempo se la pasaba sola debido a que sus padres trabajaban la mayoría del tiempo, pero algo dentro de ella decía que el pequeño Aidan no era como los demás niños, por lo que no le molesto dedicarle una simple sonrisa.

La clase paso normal hasta llegar a la hora del descanso.

La pequeña ____ se encontraba en una banca un poco alejada de todos, almorzando un sándwich que le había preparado su nana esta mañana. Ella volteo a ver como los demás niños se divertían con su grupo de amigos, cuando se dio cuenta que se acercaba el pequeño Aidan hacia ella.

Cuando Aidan llego con ____ simplemente le sonrió para luego sentarse al lado de la pequeña.

Había un silencio para nada incómodo, simplemente los pequeños miraban a los demás niños divirtiéndose.

- ¿Qué cosas te gustan? - pregunto Aidan rompiendo el silencio.

____ solo lo miro por unos segundos nerviosa.

- Amm...me gusta la música, dibujar y de vez en cuando cantar - respondió ____ con nervios.

- ¡A mi igual! - dijo el pequeño con emoción - tal vez el destino nos quiere decir algo.

- ¿Y que nos quiere decir? - pregunto la pequeña confundida.

- Nos gustan las mismas cosas, tal vez el destino nos quiere juntos - soltó Aidan sonriendo.

- O tal vez es solo una coincidencia.

- Tienes razón - el pequeño se quedó pensativo.

Los dos pequeños solo se volvieron a quedar en silencio.

- Entonces... - soltó Aidan aun con la mirada baja.

La pequeña solo lo miro esperando a que terminara la frase.

Aidan alzo la mirada hacia la pequeña para decir - ...Eres mi más bonita coincidencia - soltó el pequeño sonriendo.

A la pequeña ____ se le tornaron sus mejillas de un color rojo ligero, y solo le sonrió al pequeño Aidan, no sabía que contestar tras aquella confesión, pero lo que si sabía, era que Aidan iba a ser más que el niño nuevo de la clase. Bueno al menos para ella.

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Esta es capítulo I de mi primera historia ¿Cómo les pareció?

Quiero aclarar que esta historia no tendrá escenas sexuales, eso sí sería incomodo, y también por respeto a Aidan, lo dejo en claro para que sigan leyendo a gusto.

Nos vemos en el CAPITULO II

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