Capitulo 23: Insight

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Se desplazaban con gran rapidez por los arboles del bosque que los rodeaban, con las venas marcándose en su rostro. Usando movimientos poco controlados para moverse. Nos se había quitado las pesas para agregar aún más peso a su cuerpo. Sentía un cansancio en sus músculos al sentir como querían ceder ante la presión.

―Vamos, Lee, mientras más tiempo lo uses, más tu cuerpo podrá resistirlo.

Rock Lee asintió mientras gritaba con energía, a pesar de que su cuerpo le pedía parar. No iba a menguar o bajar su voluntad con sus entrenamientos. Jamás lo había hecho en el pasado, aún cuando sus manos habían sangrado.

Ahora mismo se movía por el bosque, mientras regresaban a la aldea luego de una misión, con la segunda puerta abierta. Se supone que las ocho puertas eran un recurso a utilizar como última opción, debido a los efectos que ocasiona en el cuerpo. Para poder realizar la técnica de las 8 puertas del chakra debías someterte a un entrenamiento corporal sobrehumano. Y aún así tu cuerpo presentaba secuelas. Solo puedes usar esta habilidad un tiempo determinado, por los efectos secundarios.

Sin embargo, ahora mismo Rock Lee había permanecido con la segunda puerta abierta un largo rato. Más de lo que había hecho antes. Un entrenamiento drástico y sobrehumano que él y Gai estaban tomando. Mientras más permanecías con las puertas abiertas, más acostumbrabas a tu cuerpo a ese sometimiento.

Al inicio todo había sido complicado, cuando Gai le informó que mantenían un entrenamiento más drástico. Eventualmente Lee se emocionó ante esa expectativa, él siempre buscaba mejorar y demostrar que, a pesar de no tener un talento natural o uso de chakra impresionante, era digno de ser llamado ninja al ser un genio en el taijutsu. A los trece años, uno tiempo atrás, ya era capaz de abrir cinco puertas. Algo que, por supuesto no era tarea fácil, había trabajado muy duro para lograr algo así.

El mismo Gai estaba orgulloso de él por lograr algo tan impresionante, cuando Gai mismo pudo hacerlo a los 17 años. Aunque Lee no podía quitarle ni un solo merito a su sensei. Él había aprendido solo la técnica de las ocho puertas, cuando su padre había muerto utilizándolas. No tuvo una guía o alguien que le informara. Lee lo había tenido a él. Gai le había enseñado secretos y le había dado consejos que había aprendido en prueba y error al desarrollar la técnica.

Gai había empezado con aquello de buscar una mayor resistencia con las puertas, porque en batalla no debería ser un ultimo recurso. Debería poder ser utilizadas para pelear limpiamente con el enemigo y no verte imposibilitado a los minutos de usar una técnica con las puertas activas. Por eso mismo ahora estaban entrenando aun cuando volvían de una misión, siempre aprovechando el tiempo al máximo.

Aunque lo más correcto a decir era que Gai solo lo acompañaba en su entrenamiento, con la tercera puerta abierta y las venas marcadas en su rostro. Se movía con mayor fluidez y no se veía perturbado por tenerla activada.

A fin de cuentas, Maito Gai había perfeccionado la técnica de las ocho puertas internas.

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Kakashi Hatake firmaba unos papeles en su oficina mientras leía para comparar con otros que tenía a su lado. Suspiro algo frustrado al ver los informes de misiones finalizadas en una torre alta. Quería liberarse para poder leer el capítulo de su libro. Hace tanto que no podía verlo con la tranquilidad.

Su mano se dirigió al cajón donde solía guardarlo para leer un par de hojas al día cuando la puerta sonó en indicio que alguien buscaba entrar. El Hokage permitió el acceso, apartando su atención de su objetivo anterior.

Gazes to the soul [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora