Gazes to the soul [Nejiten]

Capítulo 1: Bento

Se había hecho habitual estas últimas semanas su entrenamiento. Lo realmente era el hecho de que esa siempre había sido su dinámica. A pesar de tener un equipo con grandes habilidades en taijutsu, desde que aún eran genin, se habían dividido en equipos para un mejor entrenamiento. Gai había acogido a Lee para mostrarle su estilo de pelea y sus técnicas, y ella entrenaba con Neji. Por eso no debía hacerse ideas equivocadas; desde hace tiempo fue evidente que sus habilidades se complementaban.

El estilo de pelea de Tenten eran ataques de mediano-largo alcance con la utilización de un arsenal diversos de armas de todo tipo. Neji contaba con un estilo de corto alcance al descender de una de los clanes más emblemáticos de Konoha. De esa forma estaban equilibrados y solían mandarlos a misiones en conjunto, al complementar perfectamente al otro. Adicional su estilo de pelea ayudaba a Neji a vencer aquel punto ciego que lamentablemente tenía. De igual forma le ayudaba a afinar sus habilidades ante adversarios con un ataque defensivo absoluto.

Lee y Gai hace algunas semanas se habían ido a una misión a la aldea de la cascada, por lo cual en nuestro tiempo libre, ellos se habían dedicado a entrenar en conjunto.

Tenten estaba entrando al campo donde solían entrenar desde que se había vuelto parte del equipo Gai, cuando vio a Neji recostado en un árbol con un pergamino en la mano. El Hyūga abrió los ojos cuando sintió la presencia femenina y la observó detenidamente mientras se acercaba a él. Su penetrante mirada la avergonzó y en respuesta observó el suelo como si fuese la cosa más fascinante de la aldea. Cuando estaba enfrente suyo se incorporó para poder hablar más cómodamente.

―La Hokage nos busca en su oficina. ―Le entregó el pergamino para que pudiera leer lo que tenía escrito y se encaminó a la oficina dejándola atrás.

Suponía que Tsunade los había buscado en sus respectivas casas, pero al no encontrarlas había enviado a un halcón en su búsqueda. Era de suponer que el siguiente lugar a revisar sería la zona de entrenamiento. Tenten guardó el pergamino y se encaminó con rapidez en un intento de alcanzar al ninja que caminaba con cierta rapidez. Cuando lo alcanzó y caminaba a su lado, le dirigió una mirada de reproche.

―Podrías haberme avisado y te encontraba ahí, Neji.

Él simplemente se quedó callado, siempre era de esa forma. Si no tenía nada que decir, prefería el silencio. No era el tipo de personas que solía pelear ante la menor provocación. Para cualquier otra persona el que el Hyūga fuera tan reservado podría ser cansado o molesto, debido a que no solía decir que pensaba o sus opiniones con facilidad a menos que estuvieran en una misión. Podía ser un total enigma. Debido al tiempo que habían pasado como equipo y que además de sus habilidades complementarias, Tenten se había tomado la molestia de observar y comprender a su reservado compañero de equipo. Al inicio, cuando apenas se habían formado como equipo, la actitud de Neji era por completo distinta. Mezquino y solía burlarse de Lee con frecuencia ante su absurdo sueño de ser un ninja a pesar de su incapacidad de poder realizar algún jutsu o genjutsu.

Esa actitud tan arrogante y fría del genio, Tenten simplemente lo vio como un compañero. Como debería ser, siendo presente de sus defectos a pesar de ser un genio en taijutsu. No iba a mentir, lo admiraba bastante. Reconocía sus habilidades y cuando peleaba con Lee y este salía perdiendo, Tenten hablaba en defensa del Hyūga, diciendo que Rock Lee jamás podría superarlo. No con ese nivel de pelea.

Antes de que Gai adoptara en cuestión de entrenamiento a Lee, solían entrenar todos juntos y en equipos distintos cada vez. Eventualmente Gai se acercó más a aquel quería seguir sus pasos. Tenten se vio guiada a entrenar con Neji, teniendo especial cuidado en sus entrenamientos. Además que aprendía muchísimo de él. Su delicado pero contundente forma de atacar, maravillada de las venas saltando de los costados de sus ojos. Se maravilló de la excelencia en el estilo de pelea del Taijutsu. Por eso mismo se sintió en el deber de ayudar a su compañero, en mejor aún más.