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— No te diré nada – espeto, con un leve temblor en la voz, que JongDae notó.
— Claro que sí. Me lo dirás por las buenas o por las malas. Tú escoge – endureció la mandíbula, y un músculo empezó a palpitar allí – estabas embarazada – susurró. Su corazón se encogió mientras la idea de que ChoRong hubiese sido madre lo consumía por dentro – ¿Por qué no me lo dijiste antes? – ella esquivó su mirada, débil. Apretó los labios, en un intento por no echarse a llorar.
— Da igual. Ya no estoy embarazada, ¿Qué importa?
— Mírame – le cogió la barbilla con suavidad y le giró la cara para mirarla a los ojos – tú amabas a ese bebé – murmuró. Una lágrima cayó de sus ojos, que él mismo se encargó de quitar al limpiarlo con su pulgar – a mí si me importa, ChoRong. Quiero saberlo todo.
— No quiero hablar sobre eso – musitó. JongDae podía notar el dolor en su voz, y a la vez, a él también le dolía. Deseaba con todo su ser poder abrazarla. Protegerla en la calidez de sus brazos mientras la besaba con ternura. Pero no se ablandó.
— Pues vas a tener que hacer el esfuerzo de decirme – le dijo sin escrúpulos – quiero escucharte decir la verdad.
ChoRong suspiró. Conociendo a JongDae, sabía que se le sería imposible mentirle. Y por más que le dolía recordarlo, se obligó a sí misma en responderle con la verdad.
— ChanYeol era el padre.
JongDae apretó los puños al escuchar el nombre de la persona a quién mas odió. De todos los novios que tuvo él fue el peor. Sus manos temblaban por la fuerza que ejercía mientras que sus nudillos se volvían blancos y unas venas gruesas resaltaban a lo largo de todo sus brazos. ChanYeol era un hombre que ChoRong conoció al entrar a la universidad, al pasar el tiempo él le pidió ser su novia y ella encantada aceptó.
Lo amaba con locura. Fue el primer hombre a quién le entregó su virginidad. Todo marchaba bien, hasta que JongDae se enteró de su relación. Él mismo se encargo de que ChanYeol terminara con ella, mediante cartas y llamadas amenazándolo de muerte. Cuando ChanYeol terminó con ChoRong, ella pensó que moriría. Para ese entonces odiaba a JongDae con todo su ser. Deseaba tener su cabeza en una bandeja.
A los meses después ella se enteró de que estaba embarazada de ChanYeol. Decidió contárselo pero cuando lo hizo, él se acobardó, y rechazó la idea de ser padre. Le ofreció la idea de abortar, pero ella se negó, diciéndole que iba a encargarse del bebé ella sola. A los pocos días después se enteró de que ChanYeol se había mudado de la ciudad. Con tan solo veinte años de edad y con el corazón roto, ChoRong se mantuvo firme a la idea de ser madre.
Añoraba el día en que su hijo naciera y ella pudiera tomarlo en sus brazos. Pero la suerte no estaba de su lado. Con tan solo tres meses de embarazo, sufrió de un aborto espontáneo. Desde ese día sufre por la pérdida de su hijo, que hasta hoy en día no ha logrado superar de todo.
— Lo siento tanto – murmuró.
— No pasa nada. De no haber sido por ti, jamás me hubiese enterado de la clase de hombre que era ChanYeol; es un completo estúpido.
— ¿Cómo perdiste al bebé?
— Sufrí de un aborto espontáneo. Jamás entendí cómo es que pasó, siempre me cuidaba y comía bien por la salud del bebé, pero el médico dijo que fue porque mi útero aún no estaba preparado para tener a un bebé.
JongDae no podía ignorar la emoción que había en su voz cuando hablaba del bebé. La simple idea de que ChoRong estuviera embarazada de otro hombre que no fuese él le aborrecía, pero debía comprenderla. Ella había amado al bebé con todo su corazón y eso era algo que no podía discutir.
— No entiendo como no me enteré jamás de que estuviste embarazada – dijo entre dientes. Siempre había sido cuidadoso con respecto a saber todo sobre la vida personal de ChoRong, ¿Qué había hecho mal?
— Sabía que me estabas vigilando – dijo ella mientras le sonreía débilmente – fui cuidadosa con mi embarazo y siempre me preocupé de ir al médico a hurtadillas para que no me descubrieras.
— Pequeña traviesa – JongDae sonrío – mi nena siempre tan inteligente...
— Lo sé – río – ¿Recuerdas cuando íbamos a la escuela? Yo siempre me sacaba las mejores notas, y tú, par de bobo, siempre reprobabas los exámenes.
— ¿Perdón? – dijo, haciéndose el ofendido – que yo sepa fui yo quien una vez te salvó de un examen de Biología, del cual no estudiaste para nada. Te dejé copiar todo el examen.
— Y aun así saqué mejor nota que tú.
Ambos rieron al unísono, hasta que sus risas se desvanecieron en el aire al darse cuenta de lo que estaban haciendo. Estaban recordando su pasado. Aquella época, en que solían ser mejores amigos. JongDae recordó las veces en que ChoRong le explicaba la materia cuando no la entendía. O cuando estudiaban juntos. No entendía por qué una chica como ella quería ayudar a un chico como él. Ella era perfecta. Una diosa. ¿En cambio él? No era nada.
Él no la merecía.
ChoRong amaba pasar el tiempo junto a él. Al principio JongDae se sentía sumamente extraño junto a ella. Había estado sólo tanto tiempo, que ya había olvidado lo que significaba la compañía. Pero llegó ChoRong, y todo cambió en él. Jamás alguien había estado tanto tiempo con él sin aburrirse. Siempre había sido el bicho raro de la clase. El fenómeno. Nadie se preocupaba por él, ni cómo se sentía. Solo ella.
— Eh... Creo que iré a dormir un poco – ChoRong asintió mientras veía a JongDae desaparecer por las escaleras.
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Capítulo editado; 21/08/19
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Acosada | K.JD » EXO | +18 | TERMINADO |
Fanfiction«Te estaré vigilando...» ↪ Historia adaptada. ↪ Advertencia: Contenido vulgar y explícito. ↪ Capítulos cortos.