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JongDae se recostó encima de su cama. Estiró el brazo y cogió el retrato de ChoRong que él había mandado a enmarcar, que yacía sobre su mesita de noche. Sintió cierta ternura al verla a ella, con sus tiernos quince años, sonriente como siempre. Acarició con las yemas de sus dedos la textura de la fotografía, deteniéndose en los labios de ella. Anhelaba besarla una vez más, y poder conservar el exquisito sabor de sus labios en su boca para siempre...
Recorrió con la mirada la fotografía de ChoRong una vez más. Aun recordaba el día que tomo esa foto. Él siempre la fotografiaba, todos los días, sin excepción. Le gustaba la idea de poder conservar la belleza de ChoRong mediante una foto. Tenía fotos de ella desde que la conoció... Hasta hoy. Y joder, aunque ya no fuera nada de ella se le hacia irresistible no seguir observándola a escondidas. Era imposible alejarse de ChoRong aun así cuando ella no quería verlo nunca más.
ChoRong caminó y se sentó bajo la sombra de un árbol. MungMung corrió hacia ella y se acostó a su lado boca arriba,ella empezó a acariciarle la tripa mientras él se retorcía en el césped, juguetón. El perrito se incorporó mejor y se acurrucó a su lado, mientras ella lo envolvía en sus brazos y lo empezaba a acariciar.
— Ey, no hagas eso. Da cosquillas – río ChoRong cuando MungMung empezó a lamerle la mano.
Ella cerró los ojos disfrutando de la brisa del viento soplando detrás de su espalda, haciendo que las hojas de los árboles sonaran y que unos cuantos mechones de pelo cubrieran su rostro. Respiró profundamente, sintiéndose tranquila, en paz. De repente, escuchó a Mungie~ gruñir y abrió los ojos, encontrándose con JongDae al frente de ella. Levantó la mirada para verlo a los ojos.
— ¿Ocurre algo?
JongDae no dijo nada. Se coloco en cuclillas, quedando al frente de ella y la besó. ChoRong no hizo nada. No se apartó, pero tampoco le siguió el beso. JongDae movió sus labios, moviendo los de ella también. Él la besó de una manera tierna, cariñosa. Nada exigente, que hizo a ChoRong recordar el tiempo de su adolescencia. Aquellos días, que los solía compartir con él.
Pero su orgullo, la detuvo.
— Te dije que no volvieras a tocarme –le dijo, en su rostro se mostraba una expresión de dolor.
— Y yo te dije que no me importaba – acarició su mejilla, en un vaivén cariñoso que solía hacerle el, cuando eran mejores amigos – ¿Te he dicho que la nueva ropa te queda de lujo?
— No, y no me interesa saberlo por parte de ti – mintió. Claro que le interesaba saberlo, ¿Pero por qué? Ni ella lo sabía. JongDae solo se río.
— Pero que mentirosa me has salido, Ronnie... No has cambiado nada.
— Eso es lo que tú crees. He cambiado, y muchísimo...
— Mmh... Bueno, en eso estoy de acuerdo – dijo, comiéndosela en sus pensamientos. Bajó la mirada hacia su escote – oh, nena... – gimió – ¿Acaso quieres matarme de una erección?
Ella no entendió. Hasta que se dio cuenta, de que el cuello de su camiseta se había bajado un poco, lo suficiente como para dejar a la vista una parte de su sostén, y algo más a la imaginación. ChoRong solo se sonrojo, sin saber que decir y se cubrió rápidamente, colocando todo en su lugar.
— Te has puesto el conjunto – dijo y cerró los ojos por un segundo, imaginándola a ella con el conjunto puesto, el cabello alborotado, cayendo sobre sus hombros y con unos zapatos de aguja. Perfecta – Sí... ya quiero enterrar mi nariz en tu cabello para cuando te folle.
— ¡Joder, cállate! – exclamó, sonrojadísima hasta no poder mas por la vergüenza – no conocía ese lado tuyo, ¿Qué te ha pasado?
— Crecí, maduré... Supongo.
— A propósito, no me haz dicho nada sobre ti, y me gustaría saber que has hecho en todos estos años – dijo, interesada por saber más de él – ¿Qué hiciste después de salir de la escuela?
— ¿Qué te puedo decir? Mi vida no ha sido interesante desde que te fuiste – admitió y ChoRong se sorprendió con la facilidad que utilizaba al hablar... Sobre ese tema – he tenido una que otras aventuras, pero nada fuera de lo normal.
JongDae recordó los días en que después de vigilar a ChoRong, salía con sus amigos a beber para luego conseguirse a alguien en la noche para follar hasta no poder más. Era su manera de desquitarse después de ver a ChoRong junto con sus novios, que él mismo se había encargado de eliminar.
Los espantaba, amenazándolos mediante cartas y llamadas. En resumen, ChoRong había tenido unos cuantos novios, en donde la relación que más duro fueron cuatro meses, ya que los demás la abandonaban a la semana siguiente al enterarse que un psicópata estaba detrás de ella, JongDae siempre conseguía lo que quería; mantenerla alejada de los hombres, mientras que ChoRong salía con el corazón roto.
— Hay algo que no entiendo – dijo, frunciendo el ceño – ¿Jamás estuviste en la universidad? – JongDae se encogió de hombros, desinteresado.
— No, jamás me ha llamado la atención.
— ¿Por qué? En la escuela siempre sacaste buenas notas, hasta tuviste el mejor promedio de la clase. Incluso me ganaste a mi – dijo, un poco cabreada por el hecho de que no le importara demasiado – pudiste haber tenido un buen futuro, JongDae – Él la observó. Un brillo de rencor apareció en sus ojos.
— ¿De que me sirve pensar en el futuro, si no te tengo a ti?
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Capítulo editado; 21/08/19
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Acosada | K.JD » EXO | +18 | TERMINADO |
Fanfic«Te estaré vigilando...» ↪ Historia adaptada. ↪ Advertencia: Contenido vulgar y explícito. ↪ Capítulos cortos.