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— Fuiste muy grosero con ella – JongDae lo ignoró.
— ¿Por qué le estabas coqueteando?
— No le estaba coqueteando.
— Si claro, ¿Me crees tonto? – preguntó, irónico. MinSeok le respondió enseñándole el dedo de al medio – que genial.
— Sólo vine para hablar contigo. Entré a la cocina y me la encontré, eso es todo – dijo, poniendo los ojos en blanco. Aun así JongDae no le creyó – KyungSoo me llamó ayer, me dijo que la policía lo había entrevistado – le dijo, haciendo que JongDae se tensará.
— ¿Y dijo algo? –pregunto preocupado. Pero no porque lo descubrieran a él, si no por ChoRong. Tenía miedo de perderla.
— No, se quedó callado. Pero lo están vigilando, así que será mejor que no vayas donde él por un tiempo, hasta que las cosas se calmen – JongDae suspiró de alivio, y MinSeok lo notó – te gusta, ¿Verdad?
— ¿Quién? – dijo, haciéndose el desentendido.
— ChoRong, idiota. Pero, ¿Sabes? no te culpo... Está bien buena – dijo, mordiéndose el labio inferior, de una manera tan provocadora que a JongDae le molestó.
— Eres estúpido. Ni se te ocurra acercártele – le dijo en un tono amenazador. MinSeok levantó las manos en modo de rendición.
— Tranquilo. Mis pensamientos sucios estarán alejados de ella. Aunque ganas no me sobran.
— Escúchame, esto es enserio. ChoRong es importante para mí. Y cuando entré a la cocina y la vi dándote de comer, de una manera, tan intima...
— Ella estaba cocinando un pastel para ti, imbécil.
JongDae abrió los ojos completamente. Miró a MinSeok a los ojos, y pudo notar sinceridad en ellos. Que estúpido había sido, él y sus malditos celos. JongDae conocía a los hombres como MinSeok, eran como él, siempre hablando de las cosas que más les gustan. Mujeres. Pero ahora, JongDae sólo tenía en mente a una sola mujer.
Cómo le jodía ese cursi sentimiento, que lo sentía crecer cada vez más fuerte en él. ¿Por qué no reconocía de una vez por todas lo que sentía realmente? Para ella amar era tan natural como respirar. Y a pesar de todo su pasado, de que JongDae le haya hecho la vida imposible, ChoRong aun lo quería.
Lo quería.
Cómo le encantaba oír esas palabras. Y su corazón dio un vuelvo, ante el simple pensamiento de que tal vez, sólo tal vez, él era importante para ella. Era un sentimiento tan nuevo en él que no sabía como expresarse, y tenía miedo de que ChoRong se riera y lo rechazará.
MinSeok caminó hasta la puerta. Se giró para verlo antes de salir.
— ChoRong es una mujer estupenda, JongDae. Y no me refiero a lo físico, aunque igual lo está... Bueno, ya me has entendido – bufó. Y si, JongDae lo entendía. Ya que sabia que MinSeok, era como él. Un hombre que no sabe cómo amar – aprovecha todo el tiempo que estés con ella, JongDae. Cuídala. Porque recuerda, que las personas como nosotros no merecemos ser amados.
Y sin nada más que decir, MinSeok se dio la vuelta y se fue.
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