¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
***
SeHun terminó de instalar la alarma en toda la casa, resguardo así un poco la seguridad de la casa.
— ¿Ves esta luz que esta en el interruptor? – le pregunto, señalándolo con el dedo. ChoRong asintió – bueno, cuando este de color verde significa que esta activada, pero si esta de color rojo...
Mientras él hablaba, ChoRong hizo una lista mental de las cosas que iba a hacer en los siguientes días. Primero: compraría un rottweiler, uno de esos perros grandes y agresivos, para que la protegiera en caso de que a JongDae se le ocurriera entrar a su casa.
Segundo: se conseguiría uno de esos aerosoles de pimienta, de las que caben en el bolso, por si se cruzara con JongDae en la calle.
Y tercero: se inscribiría en alguna clase de defensa personal. Haría hasta lo imposible por mantenerse alejada de él.
— ChoRong – la llamo SeHun, sacándola de sus pensamientos – ¿Me estas escuchando? – ella parpadeo un par de veces antes de contestar.
— Oh, si, si – hizo una pausa – ¿Qué decías? – SeHun rodó los ojos.
— Coloca un poco de atención, es importante. Te decía, que en caso de alguna emergencia aprietas este botón – lo señalo con el dedo – y la policía vendrá de inmediato. Colocas la clave que te dije y la alarma se activara. También, hay otro como este en tu habitación. Y si aprietas este botón – le dijo – vendré yo.
— ¿Te colocaste a ti mismo? – dijo, arqueando una ceja.
— Ya sabes, por si acaso – se encogió de hombros restándole importancia – no te olvides de colocar la alarma cada vez que salgas de la casa. Jamás lo olvides, es por tu propio bien.
— No lo haré – dijo, un poco irritada por el tono de voz que usaba él para hablarle, aunque sabia que era por su seguridad.
— Bien, así JongDae no podrá entrar – frunciendo el ceño, SeHun recordó algo – me dijiste que JongDae quebró tu vidrio con el fin de enviarte una carta. ¿Qué decía?
— No la he leído aun. Tenía miedo de hacerlo.
— ¿Puedo leerla?
ChoRong asintió y fue a su cuarto para tomar la carta del velador y regresar hacia el primer piso. El papel estaba arrugado, la letra era redonda y preciosa, escrita con una tinta de color negro. SeHun se aclaro la garganta antes de comenzar a leer en voz alta.
“Querida ChoRong, me he enterado de que has tratado de huir de mi. No puedes escapar, te conozco más de lo que puedes imaginar y si sigues así me veré obligado a castigarte. Mmh... Ya quiero tener todo ese cuerpecito para mí. Te prometo que disfrutaras de este juego tanto como yo. Pero por ahora, cuídate, por qué ni ese tal Oh SeHun lograra alejarte de mí. Ya te perdí una vez y no permitiré que vuelva a suceder. Esta vez serás mía, y para siempre.
El Fenómeno, tuyo”.
Al terminar de leer, seHun hizo una mueca, extrañado por el nombre que usó al final de la carta.
— ¿El fenómeno? ¿Qué clase de sobrenombre es ese? – pregunto. ChoRong suspiro con pesadez. Su mirada entristeció.
— Así solían llamarlo.
— ¿Quiénes?
— Sus compañeros de clase. Todos – dijo esquivándolo con la mirada, caminó hacia el sillón de la sala principal y se sentó. SeHun la siguió y se sentó a su lado, mirándola con preocupación.
— ¿Quieres contarme de eso?
------------ ❤ ------------
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
