Las cosas luego de la fiesta quedaron medias tensas, osea más que nada por que Francisca y Marcos se sintieron al no contarles lo que realmente pasaba.
Ambos estaban preocupados por mi y yo nunca fui capaz de decirles nada.
—Tu sabes que los temas de obsesión son complicados para mi— me senté al frente de mi amiga.
Tuve una experiencia con Rodrigo y realmente pensé que no la volvería a sentir. Aún asi no fuera tan fea, igual no se sintio bien.
—¿Como eso?— pregunto Ivan, quien también estaba con nosotras.
Osea estábamos todos, ya que habían querido venir a mi casa luego de que por tres dias no hice nada por mi vida.
—Su ex, era un hueon maniático— hablo Fran— tenía actitudes que a mi me daban ganas de golpearlo.
—Fran fue super constante en el tema de que no debía estar con el, pero acá yo estaba "enamorada"— hice comillas con mis dedos— no veía veía allá de los dos, y aunque me estuviera dañando yo no lo veía.
—Entonces cuando ya no pude verla así me aleje, estuvimos distanciadas un tiempo— y acá venia la parte que no me gustaba— hasta que nos encontramos en una fiesta por amigos en común, y el hueon la estaba tratando horrible.
—Sus manías más que nada eran que yo hiciera lo que el quería, y si no me trataba feo— mire a Marcos que tenia los puños apretados— en esa fiesta sentí que ya no podía más, que debía alejarme.
—Y idee el plan de que se lo cagara, se besara con otro mino el la viera y listo.
—Hubiese sido re fácil, si todo terminara asi— Fran estaba tensa aun— pero no, el hueon en ves de pegarle al tipo se desquito con Aracely, pero no paso a mucho ya que entre los que estaban en la fiesta lo detuvieron.
—Pero luego se saco el pillo con que estaba muy pasado de tragos, y que yo era su novia. Weas muy idiotas— me encogi de hombros— esto pasó hace como dos años, y el salio de la carrera. Pero aun me hablaba, y nos vimos el otro dia.
Todos me quedaron viendo en especial mi amiga.
—Fue a darnos una charla, aun no entiendo como el puede ser psicólogo.
Y ahí me abrí a ellos como nunca pensé hacerlo, una historia que ya podía haber estado bajo cincuenta mil llaves saco todo a la luz.
—Nunca me vuelvas a ocultar nada— comento Marcos, quien se había acercado cuando cada uno empezó a hacer sus cosas.
No tenía pensando volverlo a hacer o eso creo.
—Llegaron tus papas— escuche la voz de de amiga, y mire a los chicos.
Osea no debía pedir permiso si venia alguien, pero ajam están ellos acá y no creo que mi padre se alegre de verlos.
—Ustedes quédense aca— los dejé, y yo camine hasta la puerta para abrirles.
Ambos se sorprendieron por verme al frente de la puerta.
—¿Estas bien cariño?— mi mamá tocó mi cara, antes de dejarme un beso en la frente.
—Si lo estoy— sonrei, y vi como mi papá pasó por nuestro lado.
Y no alcanze a frenarlo cuando vio a todos en la sala.
—Papa— hable, pero sentí que fue en vano.
—No me digas nada, entiendo perfectamente que no estabas bien— el se dio vuelta para verme— así que podías traer a tus amigos.