Hace un par de minutos que nos habíamos quedado solos, mi amiga quería quedarse pero le dije que estaría bien.
Y ella no le quedó otra que irse a su casa, al menos no estaría sola.
—¿Quieres algo para comer?— me ofreció mi acompañante.
Estábamos ambos en la cocina, yo había solo venido por un vaso de agua. Pero algo de comer no me venía mal.
—¿Que sabes preparar?— le pregunte sentandome en uno de los banquitos, que teníamos.
El solo me dio una sonrisa, y comenzó a buscar entre los cajones lo que necesitaba.
Yo estuve mirando mi celular viendo si habían noticias de mi papá, pero nada quizás mi mamá se debe haber quedado dormida ahí ahí el.
—Listo— me entrego un plato de fideos con salsa y carne molida.
Es que Marcos era un sol.
—Esto esta muy bueno— lo mire, y el me veía atentamente.
No se como fue que consiguió todo lo que necesitaba sin preguntarme.
—Tienes sucio ahi— paso su dedo por encima de mi labio, y joder no ya me perdieron completamente.
Aparte de cocinarme, me cuida y me hace sentir increíble.
—Enserió muchas gracias por esto— tomamos nuestras cosas para colocarlas en el lavaplatos.
Ahora me tocaba eso a mi, mientras el me decía cosas sobre el partido.
Me contaba lo que sintió cuando marcó el gol que les dio el triunfo en un partido tan complejo.
Ahora debíamos ir a dormir, y no sabía si lo haríamos los dos en mi habitación.
O nos quedaríamos en la sala.
—Anda a descansar, yo haré guardia aca— me dijo cuando no me siguió por las escaleras.
—Esta bien asegurado, no entrara nadie— baje dos escalones para llegar a el— quédate conmigo, lo necesito.
El no esperaba que le dijiera eso, por que su expresión me lo decia. Se había tomado por sorpresa mis palabras.
Pero aun así me acompaño hasta la habitación, adonde nos acostamos en mi cama con la misma ropa que andábamos trayendo.
El paso una mano por debajo de mis hombros, para yo poder colocar mi cabeza en su pecho.
Y así fue como con el me quedé dormida en un sueño profundo, sin preocupaciones.
En la mañana estaba de espalda a Marcos, pero el me seguía manteniendo abrazada.
Como pude me separe de el, sin despertarlo. Logrando mi objetivo tome la ropa que ocuparía y las toallas para entrarme a bañar.
Se suponía que le debía rotar a mi mamá hace un buen, pero acá seguía durmiendo.
Había salido del baño mientras con la toalla me intentaba sacar el exceso del agua, y me fijo que no está Marcos.
—Debíamos venir a verla— escuche la voz de mi mejor amiga.
Así que supuse que por eso el no estaba acá.
Cuando estaba por salir de la habitación aparece una Fran sin sonrisa.
—¿Todo bien?— le pregunte, y ella no se veía nada de bien.
—Falleció esta mañana otro de los heridos.
—¿Y mi papá esta bien?.
—Si, aunque lo que tiene en la pierna por un momento casi lo deja en riesgo.