C A P I T U L O 4

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Jeyson nos acompañó hasta los camarines, ya que el también podía bajar. Osea era obvio luego de todo era un jugador, me sentía demasiado extraña en este lugar.

Era como que nunca aceptaría esto, solo debo intentar controlarlo.

—Ay no— me aleje cuando vi que mi mejor amiga ya se había lanzado a abrazar a Ivan.

Era incómodo a mil.

—Ven— Jeyson colocó una mano en mi espalda llevándome al camarín, ahora si me iba a morir.

Todos los hueones estaban sin polera en su onda, y este otro me hace entrar.

—Presenta a la polola culiao— escuche decir a alguien, y yo mire a Jeyson quien tenía una sonrisa en la cara.

—Son hueones— hablo el.

Vi que estaba re cerca

—Hola— me acerqué a el, apoyándome en uno de los pilares que separaba cada espacio.

Yo siendo sociable, nunca pero necesitaba como pensar en algo bueno.

—Sabia que no te ibas a colocar la camiseta— sonrio, y yo me encogi de hombros.

Era algo muy obvio.

—Pero igual la abrazo cuando metiste un gol— hablo Jeyson, y yo hice como que le iba a pegar.

—Gracias— lo mire mal— me gusta gritar los goles— me excuse.

—Y más de las personas que le gustan— me molesto esta ves mi mejor amiga.

Hueon estaba roja como un tomate, sentía de un momento a otro mucho calor.

Yo sin decir nada salí del camarín, buscando la maldita salida.

Comenze a caminar osea sin saber dónde iba a parar hasta que un brazo me detiene.

—Perdona a Jeyson es así, le gusta molestar— comento Marcos, y estando tan cerca de el me di cuenta que sus ojos son realmente preciosos.

—Con el tiempo supongo me acostumbre— me solté de el, para poder alejarme un poco. Estando tan cerca me ponía nerviosa.

—La salida es por este pasillo, al final a la derecha y ya estás afuera.

—Gracias— hice una sonrisa de boca cerrada, y camine por donde me indico.

Llegando por fin a afuera, ahora recordaría donde dejé estacionado el auto. Y ahí esperaría a Fran, si no es por que no soy mala amiga la dejo botada acá.

Me coloqué a fumar mientras esperaba apoyada en mi auto a que apareciera alguien.

Pasaron al menos quince minutos cuando los veo aparecer por donde había salido yo.

—Voy a colapsar— los mire a todos antes de caminar en sentido contrario.

Osea nuevamente alejandome de ellos. Es que no, iba a tener que aprender a decirle que no a Fran o no se.

Estar resfriada me pone de muy mal humor hueon, me estresa.

—Hey hey— mi mejor amiga se acerco a mi— ¿que tienes?.

—Quiero estar tranquila y sola— le hable— a si que organicen ustedes, me avisan para poder irnos.

La deje ahí donde estaba para seguir moviéndome, sin darme cuenta me prendí otro cigarro.

Nunca fumo dos veces en el mismo día, o más bien dos en media hora.

Vi que ya estaban todos listos, así que solo fui camino a mi auto.

Partido || Marcos BoladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora