03 | Rescue Harry

1.7K 202 40
                                    

.:. CHAPTER THREE .:.
(RESCATE A HARRY)

Ron no estaba seguro en despertar a su amiga de lo que parecía ser un cómodo sueño, pero entonces recordó sus palabras: si es necesario, despiértame con agua helada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ron no estaba seguro en despertar a su amiga de lo que parecía ser un cómodo sueño, pero entonces recordó sus palabras: si es necesario, despiértame con agua helada.

Así que por fin se decidió en despertarla.

—Emma —susurró, sacudiéndola levemente de un lado para otro. La castaña abrió los ojos con mucha pesadez casi al instante.

—¿Qué pasa? —preguntó Emma adormilada.

—Vamos por Harry —le recordó Ron—. ¿Vienes?

—Claro —susurró Emma para que Ginny no se despertara.

La castaña se colocó sus zapatos deportivos lo más rápido que pudo, y junto a Ron bajaron por las escaleras haciendo el menor ruido posible.

En el jardín se encontraron con Fred y George, quienes ya los esperaban impacientes. Todos subieron al auto y entonces éste se empezó a elevar.

—Weasley's —los llamó Emma— ¿seguros que no se meterán en problemas?

—Si todo sale como planeamos, no —respondió Fred.

Estuvieron volando durante varios minutos. Emma miraba por la ventana tan hundida en sus pensamientos que no había notado cuando habían llegado.

—Debe ser la de los barrotes —escuchó decir a Ron señalando una de las casas.

Se acercaron con el coche y de repente escucharon la voz de Harry.

—¡Ron! —exclamó, encaramándose a la ventana y abriéndola para poder hablar con él a través de la reja—. Ron, ¿cómo has logrado…? ¿Qué…?

Harry se quedó boquiabierto viendo al auto que estaba en el aire. Emma sonrió muy contenta y aliviada de verlo y saber que estaba bien.

—Te sugeriría que cierres la boca, Harry, se te entrarán moscas —le dijo Emma acercándose a la ventanilla del auto.

La mirada de Harry se fijó completamente en ella. Su cabello volaba a un lado por el viento, sus pestañas eran más largas, sus mejillas rosadas como siempre, sus ojos color miel tenían un brillo nuevo…

—Nuestro querido Harry se enamoró —bromeó Fred.

—Pobre de Ginny —dijo George secándose una lágrima falsa.

—¿Qué ha pasado, Harry? —preguntó Ron intentado desviar el tema—. ¿Por qué no has contestado nuestras cartas? Te he pedido unas doce veces que vinieras a mi casa a pasar unos días. Emma se estaba muriendo de lo nerviosa, estaba al borde del colapso —Emma lo golpeó en el hombro—. ¡Auch! Además, mi padre vino un día diciendo que te habían enviado un apercibimiento oficial por utilizar la magia delante de los muggles.

Emma y La Cámara de los SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora