.:. CHAPTER SEVENTEEN .:.
(EL CLUB DE DUELO)Una semana más tarde, Harry, Ron, Emma y Hermione cruzaban el vestíbulo cuando vieron a un puñado de gente que se agolpaba delante del tablero de anuncios para leer un pergamino que acababan de colgar. Seamos Finnigan y Dean Thomas les hacían señas, entusiasmados.
—¡Van a abrir un club de duelo! —informó Seamus—. ¡La primera sesión será esta noche! No me importaría recibir unas clases de duelo, podrían ser útiles en estos días…
—¿Por qué? ¿Acaso piensas que se va a batir el monstruo de Slytherin? —preguntó Ron, pero lo cierto era que también él leía con intereses el cartel.
—Podría ser útil —les dijo a Harry, Emma y Hermione cuando de dirigían a cenar—. ¿Vamos?
Harry, Emma y Hermione se mostraron completamente a favor, así que aquella noche, a las ocho, se dirigieron deprisa al Gran Comedor. Las grandes mesas del comedor habían desaparecido, y adosada a lo largo de una de las paredes había una tarima dorada, iluminada por miles de velas que flotaban en el aire. El techo volvía a ser negro, y la mayor parte de los alumnos parecían haberse reunido debajo de él, portando sus varitas mágicas y aparentemente entusiasmados.
—Me pregunto quién nos enseñara —dijo Hermione, mientras se internaban en la alborotada multitud.
—Una vez Daphne Greengrass me dijo que Flitwick fue campeón de duelo cuando era joven, tal vez sea él —comentó Emma.
—Con tal de que no sea… —Harry empezó una frase que terminó en un gemido: Gilderoy Lockhart se encaminaba a la tarima, resplandeciente en su túnica color ciruela oscuro, y lo acompañaba nada menos que Snape, con su usual túnica negra.
—¿Quién es Greengrass? —preguntó Ron, mirando con cara de asco a Lockhart.
—Una chica de Slytherin —respondió la castaña—, va con nosotros en pociones, ¿nunca la has visto?
Ron intentó responder, pero en ese momento se escuchó la voz de Gilderoy Lockhart.
—¡Vengan aquí, acérquense! ¿Me ve todo el mundo? ¿Me oyen todos? ¡Estupendo! El profesor Dumbledore me ha concedido permiso para abrir este modesto club de duelo, con la intención de prepararlos a todos ustedes por si algún día necesitarán defenderse tal como me ha pasado a mí en incontables ocasiones (para más detalles, consulten mis obras).
»Permítanme que les presente a mi ayudante, el profesor Snape —dijo Lockhart, con una amplia sonrisa—. Él dice que sabe un poquito sobre el arte de batirse, y ha accedido desinteresadamente a ayudarme en una pequeña demostración antes de empezar. Pero no quiero que se preocupen los más jóvenes: no se quedarán sin profesor de Pociones después de esta demostración, ¡no teman!
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Emma y La Cámara de los Secretos
FanfictionLa familia es parte importante en la vida de Emma, pero cuando descubres que un integrante está en el borde de la muerte, pierdes la cabeza por un segundo. Emma Williams necesitaba un respiro: sentimientos nuevos, ataques, voces y misterios. Tal ve...