[HIATUS] UṈCOṈDIΓIOṈΔLLɎ || NΔMGI - OMEGΔVERSE

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‧͙⁺˚･༓☾ 𝓚 𝓲 𝓶 𝓝 𝓪 𝓶 𝓳 𝓸 𝓸 𝓷☽༓･˚⁺‧͙

Caminaba con algo de prisa por los grandes jardines del palacio, estaba yendo a la habitación de mi amado, teniendo sigilo en cada paso que daba, pues era seguro que, si alguien me descubría, estaría metidos en problemas, a estas horas se supone que la mayoría de los guardias ya deberían estar dormidos, además de que tengo como orden no estar cerca de él.

Di un suspiro ocultándome detrás de un arbusto de gran tamaño, pero una sonrisa boba se posó sobre mi rostro al darme cuenta del lugar donde estaba provocando que me quedara estático unos momentos. Fue cuando lo conocí en estos lugares, solo el hecho de recordar nuestro primer encuentro logra ponerme feliz inmediatamente, y pensar que ya han pasado casi 2 años desde aquello, pareciera que fue hace apenas unos cuantos meses desde que inició nuestra relación. Abandoné mis pensamientos para poder seguir con mi plan, no quería hacer esperar al chico que llegó sin pedir permiso a mi corazón.

Continúe escabulléndome entre árboles, arbustos y pilares hasta que finalmente había llegado, miré hacia arriba, una torre enorme se alzaba sobre los verdes jardines y parecía que acariciaba la brillante Luna con su cúspide, aún me sigo preguntando, ¿Cómo es que logré escalar esa torre el primer día?, no sabía, solo podía recordar el dolor de mis extremidades al día siguiente. Mi querido príncipe no estuvo muy de acuerdo en que sufriera ese dolor, entonces ideo un plan para que no volviera a pasar por eso, y ese plan se trataba de tener una cuerda escondida debajo de su lujosa cama, tendríamos una señal, luego solo bastaba con que la cuerda se dejara caer desde el balcón de la habitación, la tomaría y escalaría hasta lo alto, este procedimiento era muy cansado, pero soy capaz de soportar el dolor físico más mortal con tal de ver a la hermosa y blanca sonrisa de encías de mi amado.

Procedo a seguir con nuestra señal especial, así que busqué entre pastos recién cortados unas cuántas piedritas, al tenerlas me alejo un poco antes de tomar una, cierro uno de mis ojos para poder "apuntar" bien, finalmente la lanzo y esta da justo en el ventanal, una sonrisa triunfante se posa en mi cara. Repito esta misma acción dos veces más, tiempo después los cristales son abiertos, de estos se asoma un chico de piel pálida, cabellos platinados que brillaban más gracias a la luna, mira a mi dirección y una sonrisa igual de encantadora como la noche aparece en su rostro, provocando que le responda por reflejo, un suspiro completamente enamorado sale de mis labios, como me encantaba ese omega. El chico vuelve adentro, pero no por mucho, regresa y en sus manos ahora tiene una soga, la avienta logrando llegar hasta lo más bajo de la estructura, inmediatamente la tomo y empiezo a escalar.

Después de un tiempo logré llegar hasta el balcón del príncipe, me sostengo del barandal hasta que mis pies finalmente tocan el piso, suelto un suspiro y muestro una sonrisa de labios dejando a la vista un par de hoyuelos que se asoman por reflejo de mi acción, abro mis brazos admirando al hermoso ser de enfrente, este no se lo piensa mucho y corre a mis brazos, formando un cálido abrazo.

--Mi querido Alfa, has llegado, bienvenido de vuelta -por costumbre usa modales y una voz suave, producto de las clases de etiqueta- ¿Cómo se siente el Alfa más apuesto de todos?

Reí suave y negué divertido unas cuántas veces mientras hacía el agarre más delicado, lo miro con ternura acariciando sus finos cabellos grisáceos, este "ronronea" a mi toque. Dejo a la vista su frente y me encargo de dejarle un beso cariñoso, sonrojándolo y logrando que mostrara una sonrisa enternecida, vuelve a hacer firme el abrazo antes de empezar a frotarse contra mi pecho para llenarme de su aroma, y desde luego que se lo permito, suelto una risita más antes de responderle.

--Me siento el Alfa más feliz del mundo, no sabes lo afortunado que soy para encontrar a mi persona destinada y más a dichoso Omega, que está noche tengo frente a mí. Príncipe Min, me hace el favor de bailar esta pieza con su humilde servidor -reverencié colocando mi mano izquierda detrás de mi espalda, haciendo un delicado movimiento con mi mano derecha para que el omega la tomara-