EmilyAhí estaba él, enfrente mio, y ahora era cuando se suponía que le tenía que besar. Se acercó a mi, me acerqué a él. Estábamos a un metro, ahora a ochenta centímetros, cuarenta...
Me abalancé y le besé la mejilla y seguidamente le abracé. El público se quedó en silencio y al cabo de tres segundos empezaron a aplaudir. Salude tímidamente y salí del escenario corriendo. Oía los aplausos detrás de mi, pero no me detuve.
Salí al exterior. Me estremecí, no contaba con el viento frío de diciembre y ni siquiera llevaba una chaqueta. Me senté en un banco cerca del colegio, ¿por qué habría hecho eso?, si tan solo es mi amigo, ¿por qué he querido evitar tan solo un beso?
Un abrigo se posó en mis hombros, me giré y vi a Kyle ante mi. Aparte la mirada rápido, desviándola hacia abajo.
—Emily...
—No lo se ¿vale? —Ni siquiera quería oír la pregunta.
—¿Qué es lo que se supone que no sabes? —dijo él ignorando que me molestaba tener esta conversación.
—¿En serio me lo preguntas? —le conteste con otra pregunta alzando las cejas, ambos sonreímos débilmente.
—Mañana ya no hay clase, ¿hasta que hora crees que te dejaran dar una vuelta?
—Hasta las once supongo, ¿por qué?
—Me gustaría llevarte a un sitio, siempre y cuando quieras claro.
Volvió a sonreír débilmente levantándose del banco y me tendió su mano. Le miré durante varios segundos antes de agarrar su mano y dejarme guiar.
* * *
Estábamos ante un local pequeño, se notaba que los años habían pasado por el.
Donde antes debía de haber un cartel ahora solo quedaban algunos tornillos, la verdad es que daba muy mala espina.
—Kyle —susurré sin saber porqué.—¿Dónde me has traído?
—Mira lo con tus propios ojos. —dijo mientras abría la puerta del pequeño local.
Ante mi se encontraban una gran cantidad de vagabundos haciendo cola con platos de plástico en sus manos. Kyle me había traído a un comedor social. Había mesas largas por todo el local, este era mas grande de lo que parecía por fuera.
—¿Que hacemos aquí? —le pregunté confusa.
—Vengo aquí todos los viernes por la noche como voluntario.
—¿Y porque me has traído? —le volví a preguntar confusa.
—No soy como tu piensas, no soy ese chico que pasa de todo y se va con la primera que pilla, no soy así, y traerte aquí era la única forma de mostrártelo. —dijo mirándome fijamente a los ojos.
—No creo que seas un chico de esos Kyle...
—Si lo crees. —me interrumpió. —por eso no me has besado esta tarde.
Mire hacia otro lado molesta, no me apetecía hablar de eso ahora.
—Quiero presentarte a alguien. —dijo tomando me de la mano y guiándome a una de las mesas donde había una madre con tres niños pequeños.
Al ver a Kyle uno de ellos salió de la mesa de un salto y fue corriendo a abrazarle.
—Cuidado chavalote que me tiras. —le dijo y el niño rió, y yo no pude evitar sonreír. —quiero presentarte a alguien, esta es Emily.
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¡Volvemos a ser vecinos! (Pausada)
Teen FictionEmily y Kyle eran inseparables a los nueve años, a parte de ser vecinos. Pero la familia de Kyle se muda cuando esté tiene diez años, y toda esa conexión desaparece. Emily tiene quince años cuando Kyle vuelve, vuelve a mudarse y ¡vuelven a ser vecin...