Mia
No era de esas personas que lloraban en frente de todos o que no les apenaba demostrar su tristeza en los demás, que buscaba consuelo en cualquiera.
Y no digo que estaba mal, al contrario, que lindo que se puedan desahogar con tanta confianza.
En mi caso no solía llorar mucho, trataba de pensar lo más positivo posible o tratar de llevar la situación como mi terapeuta me dijo que lo hiciera cuando aún iba.
Y si llego a explotar lo hago con mi padre, porque se que él no me juzgará ni tratará de hacerme entrar en una razón equivocada, se que él me abrazara y me susurra cosas tranquilizadoras al oído como hizo toda mi vida.No tuve mamá, nos abandonó a mi papá y a mi en cuanto supo de mi discapacidad, así que papá me tuvo que dar el doble de amor y confianza para que a mí no me faltará nada. Y lo he oído llorar tantas veces porque él en serio amaba a la mujer que obligatoriamente debía decirle madre, porque sabía que si no fuera por mi ellos seguirían juntos y felices.
Eran aquellos los momentos que lamentaba estar viva, no era justo que mi padre sintiera un vacío en el pecho por mi culpa.
Y sabía que yo no deseé ser ciega pero no podía evitar sentirme culpable de la tristeza de papá, porque a pesar de no demostrarla sabía que estaba ahí, cuando se quedaba perdido mirando a la nada o cuando sus ojos brillaban y pequeñas lágrimas se juntaban en estos, o quizás cuando lo espiaba dibujar en su tableta; su rostro melancólico mirando la pantalla, sus lentes en su frente, sus dedos temblorosos, su frustración.
A veces trataba de contarme cosas de mi madre pero no lo dejaba, era egoísta en esa parte, no me gustaba escuchar hablar de ella.
Pero en momentos como estos era imposible pensar positivo, mi preocupación por Kate fue algo mínimo por lo que casi me quiebro en frente de ella, porque a pesar de estar muy preocupada por ella no era lo único que me estaba pasando en ese momento.
Aunque ya me había acostumbrado a su cercanía tan íntima para mí pero tan insignificante para ella, porque sabía que Kate no sentía nada por mi, sabía que ella amaba a Alana y que solo le gustaba ella.
"Es la excepción" dijo una vez, no debió doler pero lo hizo.
Y mucho.
Y cuando menos me lo esperaba me encuentraba dibujandola; a grafito, con pintura y pincel, espátula, esponjas, lápices de colores, pasteles. Me imaginaba su rostro sonriendo, su rostro cansado, su cabello despeinado y rubio con la raíces marrones, sus ojos azul cielo, su piel pálida con sus mejillas rojas cuando me acercó de más, su delineado de gato, sus labios grandes que solo una vez tuve la oportunidad de probar.
Quizás no era cómo me la imaginaba pero había tenido muchas oportunidades para acariciar y memorizar su rostro, así que creía que mis dibujos se acercaban mucho a lo que ella era.
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Léeme En Braille, Mia [LIBRO 1]
Teen FictionLa vida de Kate tiene dos problemas ahora mismo: 1. Le gusta su mejor amiga hetero. 2 . Su banda se quedó sin lugar para ensayar. El regreso de clases se hizo presente y en su primera clase le llegó la noticia de que una nueva chica había ingresado...