Léeme En Braille, Mia [LIBRO 1]

Epílogo

2 AÑOS DESPUÉS

Con Mia terminamos un mes antes de ir a la universidad.

¡Mentira! Ya estaban llorando, ¿No?

Pasaron muchas cosas después de que con Mia finalmente decidieramos estar juntas.

El drama principal fue la universidad, en Solencia no hay grandes oportunidades, por lo que todos teníamos muy claro que queríamos irnos. Pero a la vez queríamos continuar con la banda.

Optamos por cursar el primer año presencial y luego continuar en digital cuando se nos presentó la oportunidad (gracias a Hanna) de poder tener una pequeña gira por las ciudades al rededor de Solencia.

Sigo sin poder creerlo. Pasamos de tener 50k a 857k en Instagram, ¡Es una completa locura! Pero no puedo estar más feliz. Estoy haciendo lo que siempre quise hacer, y afortunadamente lo hago rodeada de las personas que siempre quise que me acompañaran.

Dejando la banda de lado, comencé a ir a terapia. Luego de largas charlas con mi familia y mi novia (que bien que suena eso) acepté que necesitaba ayuda profesional si es que quería estar bien algún día.

Al principio estaba demasiado nerviosa, no me gusta hablar de mis cosas y mucho menos con desconocidos, pero mediante fueron pasando las sesiones pude acostumbrarme a Eva, mi psicóloga.

Es una mujer de unas 30 años, un tono de cabello tan rubio que casi parece blanco, ojos marrones intensos que me hacen recordar un poco a los de Mia, tez pálida y una sonrisa amigable. Tuvo muchísima paciencia conmigo al principio cuando no podía responder ni las preguntas mínimas, me alegra decir que mejore mucho en ese sentido.

Me siento mejor desde que comencé a ir con ella, aún quedan varios traumas que sanar pero todo a su tiempo.

Respecto a Alana, no he sabido nada de ella desde que dejé la secundaria. Se que este año comienza la universidad, pero no sé que estudiara ni a dónde se irá. Fui a casa de sus padres para ver si tenía la posibilidad de despedirla antes de que se fuera, pero llegué demasiado tarde. Su madre comentó que ya se había ido, que incluso había conseguido trabajo en un bar que no le gustaba para nada pero que la rubia había insistido para poder pagar ella misma el departamento en el que se quedaba.

Es orgullosa incluso con sus padres, pero yo sé porque lo es.

Me crucé con Reth un par de veces, pero fue poco y nada lo que pudimos hablar.

Creo que cortaron, pero no estoy segura.

Cómo sea, aprendí a dejar de culparme por haberme ido y haberla dejado sola. Se que tenía que ponerme a mi misma por encima de ella. Lo acepté.

Si se preguntan por número desconocido, pues la verdad es que yo también. Un día le quise mostrar a mis amigos los mensajes de número desconocido pero cuando fui a abrir el chat me di cuenta de que no estaba. Ya no estaba allí.