You're my daddy.

XVIII

Mis ojos se abrieron cuando la alarma sonó estrepitosamente, veía un poco borroso, tallé levemente mis ojos tratando de aclarar mis ojos, el día de ayer había vivido un sueño del cual no quería despertar, la sesión de fotos me había dejado enamorada.
Mi estómago rugió, demasiado hambriento y a la vez lleno de Mariposa, esa sensación de satisfacción qué no se va con nada.
Me puse las pantuflas y baje a la cocina, la señora hwasa esta limpiando la mesa como de costumbre.

Wen- ¡Buenos días!

Señora hwasa- ¡buenos días mi niña! Dormiste bien...

Wen-Dormi magnífico.

Señora hwasa- ¿Quieres desayunar?

Wen- Si, tengo demasiado hambre.

Señora hwasa- ¡Perfecto! De hecho ya tengo tu desayuno listo.

Wen- Como supo que bajaría a esta hora desayunar.

Señora hwasa- La secretaria kim me lo dijo, también me pidieron que no saliera de casa hoy, debemos recibir un paquete importante.

Wen- Bueno, no tengo otra alternativa.

Suspire mientras la señora hwasa ponía un plato con waffles y fresas enfrente de mi junto a un vaso de leche.

Wen- Gracias, ¿y que paquete?
Pensé que haríamos algo importante hoy, es el white day .

Suspire lento mientras cortaba un trozo del waffle con el tenedor.

Señora hwasa- Aún no lo se, pero el señor Jimin dijo que teníamos que recibirlo ambas.

Wen-Esta bien, termine de desayunar y me daré una ducha.

La señora hwasa solo asentío y me dejo comer mientras ella limpiaba la cocina, termine de comer cuando el timbre sonó demasiado fuerte.

Wen-Señora hwasa, creo que llego el paquete...

Escuché sus pasos apresurados, en unos cuantos segundo llego hasta donde yo estaba.

Señora hwasa- Esta bien quedate aquí, yo voy.

Asentí y ella salió corriendo a la puerta de la casa, solo la observaban bajar los escalores hasta la puerta principal, por la distancia no podía oír la platica pero si levemente las pequeñas carcajadas, al cerrarse la puerta, una sonrisa de oreja oreja apareció en el rostro de la señora hwasa, me sentía confundída ante tal situación, un paquete, paquete de que?
La señora hwasa tenia una enorme caja frente a ella, parecía la caja de un refrigerador.

Señora hwasa- Ven aquí ayúdame...

Asentí y corrí hasta donde estaba ella, la caja parecía más liviana de lo que había imaginado, a decir verdad tenia tanta curiosidad por saber que abría adentro, la llevamos hasta la sala, justo encima de la alfombra .