XV

311 22 4
                                    

Desperte con una mano apretando mi pecho, un suave respirar llegaba levemente a mis mejillas.
Mire a mi alrededor, el calor de su cuerpo me hacía sentir protegida, solo levante mi mano para acariciar su mejilla, sus labios, su cabello.

Me parecían tan lindo, recorrí con mis dedos su magnifica boca, hasta llegar a las comisuras de sus labios y de regreso, el despertó de repente, aparte mi mano y dibujó una hermosa sonrisa en su rostro.

Jimin- Buenos días Wen.

Wen- Buenos días señor Jimin.

Me apretó contra su cuerpo en un abrazo envolvente.

Jimin- Dormiste bien?

Asentí levemente con mi cabeza.

Jimin- Bien, hoy es un largo día, ¿Que hora es?

Mire el reloj de la pared, las 09:50 am.

Wen- Diez para las diez señor.

Soltó una leve carcajada y volvió a abrazarme fuerte.

Jimin- Quisera quedarme todo el día así, pero no podemos, tengo que tomarme algunas fotos para una revista y necesito repasar el guión del programa de año nuevo.

Wen- Esta bien.

Me estire para levantarme, pero me volvió a jalar de nuevo a la misma posición.

Jimin- Son 09:55, solo 5 min más.

Sonrei como una tonta y me deje llevar, mi corazón comenzó a acelerarse, la respiración se elevaba un poco haciendo que mi pecho se moviera más notoriamente, tenían una sensación de mariposeo en el estómago, ¡Dios! Senti temblar mi cuerpo, me sentía en calma, pero mi cuerpo se sentía nervioso, después de un tiempo juntos el se levantó y de dirigió a la ducha, me levanté detrás de él, rápidamente se quitó la ropa y entro a la ducha.

Desvesti mi cuerpo, deje caer mi cabello a lo largo de mi espalda, su ojos se encontraron con los míos, mi risa de lado, traviesa y conquistadora, entré delicadamente, mientras él solo observa y se deleita con mi cuerpo, puedo senti sus ojos clavados en cada centímetro de mi piel, pone sus manos sobre mi cabello, tratando de que todo quede mojado, me giro para encontrarme de nuevo con sus ojos, de un café intenso y llenos de lujuria.

Mi mano se posa en su cuello jalandolo lentamente hasta mi, así puedo tener a mi alcance su labios, rosados, su respiración se acelera, intenta tomar su papel de jugador, ¡oh Park Jimin!, está vez eres la presa.
Las gotas caen sobre mi cara, cierro mis ojos y lo besó, la sensación de mariposas regresa, las gotas siguen callando, calientes, armoniosas, al compás de este beso, al separarnos puedo sentir como se esparce un cosquilleo por mi cuerpo, pero poco a poco se desvanece, el silencio se apodera de la habitación y siento quietud, por un instante me pregunto porque siento esto, ¿Me gusta Park Jimin?
Aclaro mi rostro quitando el agua de mis ojos, esta viéndome fijamente, intento dar la vuelta pero me toma de la mano.

You're my daddy. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora