VI

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Los días habían pasado hasta formar una semana, la relación con el CEO Park cada vez se volvía menos incómoda, durante este tiempo habíamos ido a una linda cafetería ubicada en myeongdong para charlas sobre nosotros, más que nada era para hablar sobre mi.

hoy era mi cumpleaños numero 24, así que decidí comprar un par de botas con la tarjeta que me habían dado, las vi durante dos meses en la tienda de Prada, pero con mi antiguo trabajo era imposible adquirirlas.

Salí temprano del trabajo por órdenes del CEO para poder arreglarme un poco, decidí ponerme un suerte blanco de cuello redondo, unos Jeans de mezclilla clara de tiro alto, un abrigo negro con una franja de peluche al rededor del cuello y un costado de los botones, un gorro en color blanco junto a las botas de color marfil de tacón alto que había comprado, ondule mi cabello de las puntas y me maquille un poco, algo natural, tome mi bolso para salir cuando la abuela me detuvo a mitad de la sala.

Abuela- Wen, ¿Ya Te vas?

Wen- Sí , abuela tal vez no llegue a dormir.

Abuela- Esta bien, antes de que te vayas quiero darte algo, soy un poco vieja y se me olvidan ciertas cosas, pero tu cumpleaños no.

Sonreí como una boba, la abuela abrió un cajón  de la mesita de centró y sacó un pequeño paquete envuelto en papel tipo cartón con un lazo en rosa pálido.

Abuela- Espero que te guste, Jin me ayudó a escogerlo.

Suspiré lento y abrí el envoltorio que lo cubría cuidadosamente, un fondo blanco se asomó, a parecer contenía una joya en su interior, al abrirlo en la primera tapa al fondo decía "Pandora" y un bello collar con un dije de flor parecida a las de cerezo con un pequeño diamante en color rosa.

Wen- Gracias Abuela, no debió gastar tanto en mí.

Camine unos pasos hasta ella, la abrace fuertemente mientras sollozaba un poco.

Abuela- Tranquila, no llores, luces demasiado bonita, arruinaras tu maquillaje.

Limpie unas cuantas gotas que brotaban de mis ojos y la solté.

Wen- Bueno me voy...

Abuela- Anda querida.

Se despidió de mi depositando un cariñoso beso maternal en mi mejilla, sonreí ante tal gesto y me encamine a la puerta, gire la perilla, salí al patio y posteriormente a la calle, aún no llegaba el auto a recogerme, así que decidí esperar en la acera, saque mi móvil para mirar la hora pero una voz familiar me desconcentro al aclarar su garganta, gire mi cabeza y frente a mi estaba él, lleva puesto un suéter de cuello alto, cazadora biker de piel con apliques plata, botas lisas, cubrebocas y una gorra, vestia todo de negro, consigo traía una bolsa, esa que te dan en las tiendas de lujo cuando compras un artículo, era de tamaño mediano y tenía escrito "Tom Ford", de su rostro solo podías mirar los ojos.
Esos de aspecto gatuno, sin duda ese tipo que ahora estaba frente a mi era Suga, me quedé paralizada, sentía una opresión en el pecho, apenas y podía respirar.

Suga- Wen, por fin puedo verte...

Contrario a las veces anteriores, ahora sonaba muy sereno, destapó su boca y pude ver su rostro, su piel lucia más cuidada de lo habitual, sus labios lisos, brillantes, rosados.

Suga- Vine a buscarte varias veces, quería decirte algo, wen yo...

Le interrumpi antes de que el pudiera terminar.

Wen- Cumpliste tu sueño, ¿No es así?

Él me sonrió mostrando sus dientes pequeños, se formaron dos surcos gracias a sus regordeta mejillas.

You're my daddy. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora