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Dormía plácidamente cuando alguien me tocó y destapó, la luz entraba por la ventana iluminando la habitación, desperté sobresaltada, talle mis ojos para aclarar mi vista, frente a mi estaba la secretaria Kim vestida con un traje en color blanco marfil junto a unos zapatos del mismo tono, magnífico color, parecía un Ángel.

Secretaria Kim- Buenos días señorita wen.

Boztece y me volví a acomodar en la cama la cual estaba realmente cómoda.

Wen- Buenos días secretaria Kim.

Secretaria Kim- Son las 07:00 am, debe levantarse, debemos irnos a las nueve en punto señorita, baje a desayunar, después dece una ducha, una chica vendrá a maquillarla y peinarla, ya preparé un atuendo para el día de hoy.

Wen- Cinco minutos más...

Secretaria Kim- Si pudiera dárselos, lo haría con mucho gusto pero el CEO...

La interrumpí como una maleducada, dando un gran salto y poniéndome de pie.

Wen- El CEO Park, ¡Demonios!

Secretaria Kim- ¿Todo bien?

Wen- Si, en un momento bajo a desayunar.

Secretaria Kim- Esta bien, pedí que le prepararan café, jugo de naranja, tostadas con mermeladas de durazno y fruta picada.

Wen- Muchas gracias.

Secretaria Kim- De nada señorita.

Ella salió dejándome sola en la habitación, tendí la cama y me coloqué las pantuflas, bajé a la cocina, allí se encontraba una señora de aproximadamente 45 años, me miró, hizo una reverencia y yo la imite.

Señora hwasa- Soy la señora hwasa, es un gusto conocerla señorita, estoy para servirle.

Wen- El gusto es mío.

Señora hwasa- Tome asiento por favor.

Wen- Si.

Desayune lo más rápido que pude, regresé a la habitación, tomé una ducha corta, al salir de la ducha entre al clóset, justo encima de una cómoda había un cárdigan en tres tonalidades de azul, una playera de cuello alto en color blanco, jeans de mezclilla ajustados, unos tenis bastante fancy con pedrería que en la plantilla tenía grabado Jimmy Choo y una bolsa de la marca Chloe, pero no había ropa interior.
Esculque en los cajones hasta encontrar el de la lencería, lo abrí y vaya sorpresa la que me lleve.

Wen- ¡Pero que mierda!

Había ropa interior demasiado reveladora, algunas prendas no dejaban nada a la imaginación, en satín, encaje, arneses, tul, cuero sintético, ¡Dios santo!

Wen- ¡Este tipo es un pervertido!

Cerré ese cajón y abrí el siguiente, ¡Vaya! Por lo menos en este había ropa interior decente, tomé un bra color blanco con toques dorados junto a una tanga beige, me vestí, que diferente me veía, parecía sin duda otra persona, el conjunto me agradaba, menos mal no me pusieron tacones.
Seque mi cabello con aire tibio utilizando el secador, escuché como alguien llamó a la puerta, me apresure a abrir, del otro lado se encontraba una joven chica de aspecto tierno, la dejé pasar, realizo su trabajo y se marchó, metí algunas cosas en el bolso, di un último vistazo al espejo y bajé las escaleras dirigiendome a la sala de estar donde el CEO Park me esperaba junto a la secretaria Kim y la señora hwasa, vestía un suéter negro de cuello alto, pantalones skinny, unas botas Dr.Martins todo es en negro a excepción del abrigo azul índigo que resaltaba.

You're my daddy. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora