You're my daddy.

VII

Unos golpes en mi puerta me despertaron, revisé la hora en el despertador del buroc, las 12:45 am, me levanté colocandome las pantuflas para poder abrir la puerta, al otro lado se encontraba Jimin, traía puesta una playera de mangas larga en color blanco, le quedaba entallada al torso, su abdomen y pectorales se marcaban, tragué saliva en seco, en la parte de abajo llevaba unos pantalones deportivos en color gris obscuro, su cabello estaba desacomodado y le tapaba los ojos, al parecer recién había tomado una ducha.

Wen- ¿Que pasa Jimin ?

Bostece y al mismo tiempo tape mi boca , gire un poco mi cabeza y después me  reincorpore, el me miro confundido, Jimin, ¡Dije Jimin!

Jimin- Quiero que vengas conmigo...

Me tomo de la mano, cerré mi puerta y enseguida se abrió la de él, pero antes de entrar me detuvo.

Jimin- Cierra los ojos, se supone que es una sorpresa..

Wen- Esta bien, lo haré.

Jimin- Si miras aunque sea un poco, te castigare.

Cerré mis ojos y busqué su mano para poder guiarme.

Wen- Listo, por favor, no me haga tropezar.

Se escuchó su leve risa y el ruido de la puerta abriéndose más, sabía que ya estábamos dentro por la textura del suelo que parecía ser alfombra ya que absorbía el sonido de los pasos, yo me dejaba guir por mis otros sentidos, se escucho como abrio una puerta corrediza y el aire frío entro, el olor de veras aromáticas, cítricos tal vez.

Jimin- Listo, puedes abrirlos.

Era el balcón de su habitación, yo solo lo había mirado desde el patio, ahora estaban en el, había un sofá cama adornado con cojines blancos, luces con focos redondos pero de luz cálida, sobre eso, se encontraba una frazada grande y una charola con dos velas y dos copas, a lado una Macbook.

Enfrente estaba una mesa con seis cajas, todas ellas en un blanco marfil, algunos aperitivos como fresas, champán, una fuente de chocolate, uvas, macarrones, mochis, la noche estaba fría y el cielo estrellado, quedé sorprendida, mi exprecion facial seguramente era épica.

Jimin- ¡Feliz cumpleaños wen!

No supe que decir, brotaron unas lágrimas de mis ojos, estaba quieta, Jimin realizó un chasquido con sus dedos devolviendome el Alma al cuerpo.

Jimin- ¡Hey! Es para que estés feliz, no debes llorar.

Me abrazo con su cuerpo cálido, sus fuertes brazos me estrujaron un poco, recargue mi cabeza en su pecho.

Wen- No estoy triste, solo, solo que nadie había hecho algo así por mí.

Jimin- Soy tu Daddy, haría muchas cosas por ti.

Solté una leve carcajada apartándome de él.

Jimin- Me gusta verte sonreír, abre tus regalos.

Cual niña pequeña, corrí a abrir lo regalos, destape la primera caja, en el fondo tenía un montón de flores de distintas especies junto a un detalle, un perfume, Miss Dior, abrí la siguiente caja, esta tenía una caja de la marca Swarovski, dentro había un par de zarcillos, la siguiente tenía una botella de vino, la cuarta, un par de gafas de dolce and gabbana en color negro de estilo retro, la siguiente que era un poco más grande tenía un par de zapatos de Alexander Mcqueen con chaquiras, lentejuelas y cristales, la sexta y última tenia un hermoso bata de dormir en seda blanca  con plumas delicadas en las mangas anchas de la misma, muy de actriz de los 50.

Wen- Gracias Daddy.

Jimin- Debemos celebrar, que quieres, ¿Champán o Vino tinto?

Wen- Creo que el champán va mejor con los dulces.

Jimin- Ire sirviendo la champán, mientras, busca una película que quieras ver.

Asentí con mi cabeza de manera afirmativa y me acerque a la Macbook, la abrí y estaba justo en Netflix, como sugerencia me apareció diario de una pasión.

Wen- ¿Quiere ver Diario de una pasión?

Jimin-¿Tu quieres verla?

Wen- ¡Adoro las películas romántica!

Jimin- Entonces, ponla.

Mordi mis labios sugestivamente y le di click, el acomodo un par de fresas con chocolates en la charola y otros dulces más junto a la champán servida en las copas, se acerco y las coloco en una mesa pequeña a lado del sofá cama, yo me acomoda en el mismo y me tape con la frazada, el encendido un tipo de fogata a lado para poder tener un poco más de calor, acto seguido se acomodó a lado mío, lo cubri con la manta y se acerco tanto que su calor corporal se junto con el mío, acomodamos la computadora sobre unas almohadas para que quedara en alto, empezamos a mirar la película, poco a poco nos acurrucamos el uno con el otro, la película siguió y llegó al la escena donde ellos lo hacen, Jimin aclaro su garganta, giro la mirada hacia mi y hablo.

Jimin- Segura que puedes ver esta clase de escenas...

Wen- ¡Claro que sí! Solo harán el amor CEO Park...

Jimin- Debiste llamarme Daddy.

Rápidamente posicionó su mano en mi cintura y la otra en mi barbilla, junto nuestros labios con un beso apasionado, no lo detuve, de un momento a otro ya estaba encima de él, mi pelvis sobre la suya, podía sentir una leve erección, reaccioné de un momento a otro, detuve todo en seco, volví a mi posición aparentando como si nada hubiera pasado, el se quedó estulto, seguí mirado la película, el se acurruco más a mi lado, yo dejé que lo hiciera, al terminar la película dirigi mi vista a el, quien dormía plácidamente, me detuve admirar su rostro, sus lunares, su pequeña nariz, esos labios regordetes, todo el era magnífico, se escuchó como abrieron la puerta, me acomode fijiendo dormir, entre abrí los ojos y miré a la secretaria Kim quitado la Macbook de donde estaba y coloco dos mantas gruesas de felpa encima de nosotros, abrí mis ojos y ella hizo un gesto con su mano y boca, hablo casi en un susurro.

Secretaria Kim- No se mueva o lo despertará.

Wen- Ok.

La mire retirarse y cerrar con mucho cuidado la puerta corrediza, toque su mejilla, seguida de su cabello, me acomode lo más serca de él, sentía su respiración, cerré mis ojos, me dispuse a dormir nuevamente, este había sido el mejor cumpleaños de todo, tal vez no merecía todos esos regalos, pero estaba realmente agradecida.

Park Jimin, tienes algo que me gusta, solo llevo una semana a tu lado y has logrado despertar algo en mí, te has apoderado de una parte de mi corazón, a pesar de que Suga aun sigue allí.