viaje a Noruega

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*pov rebe*

Mencía y yo nos alojamos en la pequeña casa de madera, en mitad del monte nevado, tras 5 horas de vuelo. Era un paisaje precioso, estaba todo nevado, y había una paz impresionante. Mencía estaba cada día más cariñosa y sexy, y yo cada vez más enamorada, locamente enamorada. Cada vez que me mira es perderme en sus pupilas y ver un futuro juntas.

Una vez alojadas en la casa, hicimos el primer plan en la casa.
Estaba en el sofá, tratando de configurar la tele, al lado tenía una chimenea que desprendía calor, y había grandes ventanales cerrados, pero sin cortinas, para poder ver como nevaba. Era toda una maravilla.

En ese momento, entró Mencía en el salón, y sin decir absolutamente nada,  quitó la tele, que tanto había tardado en configurar, y comenzó a besarme. Los besos fueron cada vez más húmedos, y mencía se sentó a mi lado. Comenzó a quitarme la camiseta. -Mencía, aquí no, vamos al cuarto, nos pueden ver por el ventanal.
*no hay nadie en 20 kilómetros a la redonda, relájate, estamos aquí para disfrutar, y eso es lo que vamos a hacer.

Mencía llevaba razón, en ese momento me dejé llevar. Mi chica terminó de quitarme la camiseta, y desabrochó mi sostén de leopardo, dejando al descubierto mis erectos senos. Comenzó a lamerlos, mientras yo soltaba algún que otro gemido ahogado. Tras unos minutos de intenso placer, me lancé sobre ella, dejándole completamente desnuda. Chupé su cuello, y poco a poco fui bajando hasta llegar a su intimidad. Ahí, comencé a darle placer con mi escurridiza lengua mientras ella se retorcía de placer a la vez que gritaba mi nombre.

Acto seguido, tras regalarle un orgasmo, hizo lo mismo, domó mi cuerpo hasta que me corrí.

Las mujeres somos multiorgasmicas, y nosotras somos dos adolescentes con las hormonas por los aires, no podíamos dejarlo solo ahí. Me posicioné sobre ella, y comencé a rozar mi húmeda entrepierna con la suya, viniéndonos a la vez tran unos intensos minutos de puro placer.  Después nos quedamos desnudas, frente a la chimenea, abrazados y totalmente agotadas y satisfechas.
Fue así como terminamos nuestra primera actividad en el país del Norte. Sexo, fallamos como animales mientras veíamos como nevaba, y no hay mejor sensación, esta chica me vuelve puto loca.




Nota autora: Hola! Estoy empezando, dejadme peticiones sobre menbeka, o clautina, y os la escribiré encantada

Clautina. El comienzo de una historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora