Había pasado una semana desde la propuesta de viaje que Martina hizo a Claudia. Quedaban tres escasos días para coger el avión a la ciudad del amor, y el entusiasmo aumentaba por momentos en ambas.
*Pov Martina*
Claudia me dijo que si podía ir a su apartamento ya que estaba indecisa sobre que meterse en la maleta.
Tal y como me pidió, fui a ayudarla, y cuando entré no me encontré precisamente lo que esperaba. La de ojos claros me estaba esperando en albornoz, sin ninguna prenda bajo él.
-Pero Clau, ¿Qué haces así? ¿No me has dicho que viniera a ayudarte? Dije medio riendo.
-Sí sí. Pero después me voy a meter a la ducha. Por cierto peque ¿puedes entrar a por mi ropa que está en el baño? Me preguntó Clau.
-Vale, voy, ves sacando la maleta anda. Dije yendo hacia el baño.
Cuando abrí la puerta, vi que no era yo la única que podía sorprender a la otra. Clau había encendido velas, tres de ellas, aromáticas con olor a vainilla, que sabe que es mi olor favorito. También llenó la bañera del baño. Aquella bañera tenía la capacidad de hacer burbujas, pero no era un jacuzzi. A la bañera llena, le añadió bombas de agua, para formar espuma. La iluminación era leve; una pequeña luz, y las velas.
-Coño Clau ¿Y esto? Dije sonriendo.
-A ver si te vas a pensar que la única que puedes sorprender eres tú. Dijo acercándose a mí, y agarrándome por la cintura. A ver es más cutre que ir a Paris, pero...
-Clau es precioso. Le dije cortándola. Así está perfecto. Continué girando mi cuello para poder ver sus preciosos ojos.
Empecé a quitarme la ropa hasta quedarme totalmente desnuda para poder meterme en la bañera.
-Va Clau ¿A qué esperas? Dije quitándole el albornoz y guiándola hacia la bañera.
-Eres tan perfecta... Dijo mientras nos sentábamos en la bañera.
-Tú si que eres perfecta. Dije dejando un beso sobre su frente.
A la de ojos claros no le bastó con un beso en la frente, y empezó a besarme más intensamente. Empecé a pegarme cada vez más a ella, hasta terminar sentada encima de ella, con mis piernas alrededor de su cintura, y con nuestras intimidades pegadas la una a la otra.
-Joder Clau, me pones muchísimo. Dije susurrando.
Claudia no lo pudo evitar y empezó a besar mi cuello, y a bajar una de sus manos a mi entrepierna. Allí buscó el clítoris, y cuando lo encontró, suceso que no le costó demasiado, empezó a masajearlo. En círculos, de arriba a abajo, con pequeños pellizcos... Yo estaba a punto de correrme. No sé dónde habrá aprendido a hacer esa magia, pero lo hace tan bien la jodida...
Al principió empezamos besándonos, pero a los minutos tuve que apoyar mi cabeza en su hombro. Estaba tan excitada que necesitaba apoyar el peso de mi cabeza sobre algo o alguien, y ella era perfecta, además sus hombros y su pecho se habían convertido en mi lugar seguro.
Tras minutos de intenso placer, Claudia quiso más, y empezó metiendo un dedo en mi interior.
-Ahh, sí, sigue Clau, no pares, no pares. Dije cada vez más agitada.
La de ojos claros obedeció, y metió dos dedos más, dándome así placer, hasta que llegué al orgasmo.
Tras correrme empecé a besar a Clau, y me puse de pie, ayudando a que ella también se levantara. Puse la alcachofa en el soporte que tenía para poder colgarla y ducharte sin ella en las manos, y la activé. Una vez de pie, empecé a besar a Claudia cada vez más intensamente, hasta que me puse de rodillas, y separé sus piernas.
*Pov Claudia*
Martina separó mis piernas y empezó a succionar mi clítoris. Había una sensación perfecta, nosotras disfrutando, y el agua cayendo hacia nosotras desde el grifo, con forma de gotitas de agua. Tras succionar Martina empezó a masajear mi clítoris en círculos con su lengua hasta hacerme estremecer. Aún no había llegado al orgasmo y paró. Ya me había vuelto a hacer lo mismo.
-Martina te lo ruego, no me dejes así. Le dije poniendo ojitos.
-Espera... Me respondió susurrando.
Martina se levantó y empezó a jugar con su lengua en mis erectos pezones, mientras con su mano continuaba masajeando mi entrepierna. Cada vez estaba más cerca de correrme. Arqueaba mi espalda, gemía ahogadamente, jadeaba... Al ver esto, Martina se separó de mí y me giró, dejando así mi cuerpo pegado a la pared. Una vez posicionada, se pegó a mi cuerpo sin dejar espacio entre nosotras, y me empezó a hacer dedos por detrás. Estaba a segundos de llegar al clímax, pero tocaron a la puerta.
-Joder. Dijo Martina.
-Mar, Martina olvídalo, no pares, no pares. Dije al borde del orgasmo.
La puerta volvió a sonar.
-Anda ves, igual es importante. Me dijo la castaña sacando sus dedos de mi interior.
-Joder. Gruñí.
-¡Ya va! Dije poniéndome el albornoz y dirigiéndome a la puerta.
*Abro la puerta*
-Hostia Clau ¿Te he pillado en la ducha?. Dijo Georgina, aunque ya era evidente.
-Bueno... Digamos que has llegado en un mal momento.
-Bueno, perdón, te venía a dar este bikini, es que me lo compré porque me gustaba, y resulta que ya tenía uno igual, y como tú y yo llevamos más o menos la misma talla...
-Ay, pues muchas graci...
-¡Ahhhhh! Se oyó gritar a Martina.
-¡Hostia! Dije corriendo hacia el baño. Pero Martina ¿Qué te pasa? Le pregunté asustada.
-Joder que ha empezado a salir el agua helada de repente. Dijo.
-Pero qué cojones... Dijo Georgina desde la puerta del baño.
-Joder... Añadió Martina.
-¿Pero vosotras dos estáis juntas? Dijo la rubia extrañada.
-NO, no, no, nosotras...
- Sí, estamos juntas, y estábamos follando hasta que has venido. Me cortó martina.
-¡Martina! Le reprendí.
-¡Qué! Tía, es Georgina, no va a decir nada. Me dijo la castaña.
-Claro que no... Pero esto es muy muy fuerte. Ya veréis cuando lo formalicéis por redes. Si Menbeka ha triunfado, os vais a convertir en las reinas de España. Añadió la rubia riendo. Oye y ¿Quién ha montado todo este paripé con las velitas y eso? Porque menudo triunfo se ha llevado. Añadió.
-Todo lo ha montado Claudia, ella solita. Dijo Martina sonriendo.
-Yo, bueno... Es que Martina me va a llevar en tres días a París durante una semana, a un hotel 5 estrellas. Dije en tono orgulloso.
-Joder, menudo nivel. Bueno pues yo, me voy a ir, y así os dejo que sigáis. ¡Que os lo paséis genial en Paris! Dijo antes de irse y cerrar la puerta.
-Bueno peque, ¿Por dónde íbamos? Ah sí... Dije besándola intensamente.
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Hola chicxs!! Os dejo hoy un capítulo, aunque publicara ayer, porque creo que no podré actualizar hasta el día 26.
Recordad que mañana sale la historia breve de Patrick, y creo que Mencía nos va a dar algún susto. Se estrena a las 9 a.m. en Netflix.
QUE PASÉIS UNA FELIZ NAVIDAD!!
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Clautina. El comienzo de una historia.
RomanceClaudia Salas y Martina Cariddi, dos grandes actrices que tienen que interpretar el papel de dos personajes que se aman, pero... Se quieren sólo en la ficción?