Un futuro juntas (pte 2 boda)

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*Pov Martina*

-Sentaos por favor. Dijo la jueza.

Ambas nos sentamos en una silla blanca, mientras todos nos prestaban atención. Las sillas estaban muy juntas, por lo que Claudia agarró mi mano al ver que yo temblaba.

-Bien, estamos aquí para unir en matrimonio a Martina y a Claudia. Ellas vienen hoy libres, fuera de toda obligación a casarse, a contraer matrimonio, para sellar su amor definitivamente. Comenzó.

La jueza continúo con su discurso de 20 minutos de duración, y tanto clau como yo permanecíamos atentas. Y por fin, tras el discurso, llegó el gran momento.

-Poneos en pie, debéis leer. Nos indicó la jueza.

Empecé yo:

-Yo, Martina, vengo dispuesta y libremente a contraer matrimonio con Claudia. Dije mirándola.

-Yo, Claudia, vengo dispuesta y libremente a contraer matrimonio con Martina. Dijo ella sonriendo.

-Muy bien, que traigan los anillos.

La hermana pequeña de Clau, se acercó con los anillos y su hermano pequeño, con las arras. Se acercaron hacia la jueza y le entregaron los objetos.

- Claudia, ¿quieres a Martina como tú legítima esposa, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, todos los días de tu vida, hasta que la muerte os separe? Claudia me miró intensamente con esos ojos más azules que nunca.

-Sí, quiero. Dijo.

- Martina, ¿quieres a Claudia como tú legítima esposa, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, todos los días de tu vida, hasta que la muerte os separe? Me quedé perdida en la mirada de la de ojos claros. La mirada más bonita del mundo. Aquí empezaba nuestra historia, nuestro futuro.

-Si quiero. Dije con una sonrisa de oreja a oreja.

En ese momento la jueza nos ayudo a hacer el intercambio de arras, y nos dio los anillos. Claudia me puso mi anillo y después yo puse el suyo en su dedo con mucha delicadeza.

-Podeis besaros.

Y así lo hice, besé a Clau en el beso más bonito y sincero que pude darle, el beso más verdadero que nos habíamos dado hasta el momento. Tras esto, fuimos a una zona especial, dedicada para las fotos con los invitados y nos hicimos fotos con todos ellos.

*Pov Claudia*

Estuvimos más de media hora haciendonos fotos con los invitados, en aquel lugar tan precioso. Tras esto, sobre la una de la tarde, Claudia y yo salimos de aquel lugar, juntas para ir a hacernos las fotos de la boda. Fuimos a lo alto de un monte precioso, desde el que se podía ver el mar. Dos fotógrafos nos hicieron las fotos más preciosas de nuestra vida. Las fotos quedaron espectaculares y sobre las 14:30, cogimos camino a la zona del banquete. Llegamos tras 20 minutos de trayecto a los kilométricos jardines donde habíamos preparado todo durante tanto tiempo. Había un gran local con circulares y diversas y numerosas mesas para los invitados.

En diferentes zonas del jardín se montaron pequeñas carpas en las cuales se preparaban diferentes aperitivos. En una había un chico partiendo jamón, en otra, unos japoneses preparando sushi, en otra, chicas cortando chorizo y queso, y así con 7 carpas más. Constantemente había camareros ofreciendo la comida de picoteo a los invitados que estaban dispersos por los jardines. Todo era precioso, la pista de baile, las mesas... incluso había una fuente de chocolate, y para la hora del baile, pusimos zapatillas cómodas de todas las tallas para la gente que levara zapatos incómodos, además de que también pusimos mantas para la noche, por si alguien tenía frío. También pusimos cupcakes, un pequeño auto-bar de café, para los más agotados, y sobre todo para poder aguantar hasta tarde, y una pequeña mesa con una leve hoguera para poder fundir marshmallows.

Clautina. El comienzo de una historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora