Clautina. El comienzo de una historia.

AUNQUE NO SEA CONMIGO

*pov Martina*

La noche del 16 de noviembre salí a tomar algo yo sola después del rodaje. Ver cada día a Claudia, cada puto dia, y no poder decirle lo que siento, por miedo al rechazo es algo que odio. Soy bisexual, y no me da miedo gritarlo y visibilizarlo, pero muy poca gente lo sabe realmente, incluida ella.
Pasé la noche bebiendo, tratando de sacarme su cara de la cabeza y tratando de olvidar. Su perfecta y dulce voz estaba metida en mis oídos como una canción que se te pega y no hay manera de sacarte de la cabeza. Tuve varias oportunidades de romance aquella noche, dos con dos hombres, y uno con una mujer, pero me negué a los tres.
No sé muy bien porque, la verdad, si no tengo ninguna relación con nadie.

Estuve  un rato reflexionando acerca de lo que me pasaba, y cuando tuve la oportunidad de nuevo, y un hombre se me acerco para pasar un buen rato, no lo dejé ir. Era un hombre moreno y con ojos negros. Se notaba que iba al gimnasio por el desarrollo de sus músculos, y se veía que se cuidaba bien. Fue cosa de una noche, eso de que un clavo saca a otro clavo.

*pov Claudia*

Volvía del baño, de lavarme los dientes de madrugada. Serían las 4 o así, pero yo me había quedado hasta tarde viendo una película mientras comía palomitas. Mientras volvía del aseo, pude ver como Martina, entró a su habitación de la casa en la que nos alojábamos todo el casting de Élite, junto con un tío, que para que mentir, estaba bastante bueno la verdad. Me jodió un montón ver a Martina con alguien que no fuera yo, en esos momentos deseaba ser yo aquel tío. Quería ser yo la que entras en ese cuarto con ella. Me escondí tras la puerta del aseo, para no interrumpir, y en cuanto ví la cara de ese tío, supe que no tenía nada que hacer. Yo ya sabía la sexualidad de Martina, pero una chica como yo no tiene nada que hacer frente a un tío como ese.

Yo quiero que Martina sea feliz quiero que esté cómoda y que se sienta igual de especial que me siento yo con ella. En resumen,  quiero que sienta lo que siento yo con ella, aunque no sea conmigo.

Esa maldita noche no me encontraba bien, me apetecía llorar y desahogarme, por lo que cogí mi móvil, puse mis auriculares, y mientras me metía en la cama con 50 mantas, puse una playlist súper larga con canciones tristes de Malú. Cuando estás triste por desamor todas sus canciones cobran sentido. Finalmente, quedé dormida empapada en lágrimas, con las cascos puestos y acurrucada en un rincón de mi cama con un montón de mantas y cojines.
A la mañana siguiente me desperté con los ojos rojos e hinchados. Mire la hora, eran las 12:47 del mediodia, cuando alguien tocó a mi puerta.

- Clauu, buenos diaas, el primer día que me levanto yo antes que tú ehh, anda ábreme porfi. Dijo Martina desde el otro lado de la puerta.

-No, vete. Le respondí.

-¿Qué? ¿Porqué? Tenemos que prepararnos para la fiesta de fin de rodaje de la temporada 4, antes de empezar a grabar la 5 en 15 días, ¿o no te acuerdas? Me preguntó la castaña.

Sabía que Martina no se iba a ir de la puerta hasta salirse con la suya, así que en ese momento abrí la puerta, y antes de que pudiera alzar la vista y verme con esas pintas, me tiré sobre mi cama, y tape mi cabeza con mi almohadón, y mi cuerpo con las mantas.

*Pov Martina*

Entré en el cuarto de Claudia, y vi cómo se tapaba hasta las orejas con muchísimas mantas, y cómo se ponía la almohada sobre su cabeza.

- Pero Clau, ¿qué haces así? Pregunté.

- Vete Martina, estoy horrible. Me respondió con voz emblorosa.

- Eso es imposible. Solté sin pensármelo dos veces.

En el momento en el que dije eso, Claudia se quitó la almohada de la cabeza, se giró y me miró. Se podía ver perfectamente que sus preciosos ojos color cielo, estaban hinchados y con un color rojo, y se podía ver que su cara tenía un cartel luminoso que decía  "estoy rota por dentro".

- Ca, Clau...

-¿Contenta? Me cortó

- Clau, ¿qué te pasa? Le pregunté.

*Pov Clau*

Cuando Martina me preguntó, me dieron ganas de contárselo todo, de contarle lo que sentía, pero me resistí.

- No es nada, peque, gracias. Le dije tratando de no llorar.

- ¿Que no es nada? Tienes ojos de haber estado llorando toda la puta noche Clau. Me respondió la castaña.

- Sólo... No estoy pasando por mi mejor momento, no te preocupes. Eso es todo. Le dije tratando de esconder mis sentimientos.

- Vale, te entiendo, si me necesitas ya sabes dónde encontrarme. Me dijo plantando un beso en mi frente. - Venga, baja a desayunar, que tenemos que prepararnos, la fiesta empieza a las 19:30. Me dijo amablemente la castaña.

En ese momento me levanté, y Martina nos cubrió a ambas con una gran manta muy calentita.

- Se ha estropeado la calefacción y hace un frío en el comedor... no quiero que te pongas mala, además, así puedes bajar a desayunar en pijama! Me dijo.

- Gracias por todo Martina. Respondí con la cabeza gacha.

- Eyy, no quiero verte así, ¿vale? No sé qué te pasa, pero tengo una medicina casera que va muy bien para todo.

Martina me sentó en el sofá del salón común que teníamos para el cast.

- Qué quieres que te ponga...¿algo divertido, no? Me preguntó.

Me puso una película de humor, me tapó con muchas mantas, y encendió una chimenea de leña.

- Espérame aquí un momento. Me dijo.

Esperé a Martina mientras veía las actualizaciones de instagram, y derrepente pude ver como en menos de 10 minutos apareció por la puerta con una cantidad exagerada de comida. Serían sobre la 1 y 10 de la tarde.

- Venga, hazme un hueco. Dijo Martina, abriéndose camino entre las mantas para acurrucarse a mi lado.

Me sentía muy agusto con Martina acurrucada a mi lado. Empezamos a ver la peli, los dos acurrucadas entre cojines y mantas, con un montón de comida y al lado de una chimenea. Me reí mucho con esa película, era súper graciosa.
No se me podía ocurrir un mejor plan con la chica que me gusta. Ls verdad, es que me levantó mucho el ánimo.

Terminó la película y a las 3 fuimos a comer, pero me volvió a dar un gran bajón. Martina y yo terminamos de comer sobre ls 16:00, y subimos a ducharnos y prepararnos para la fiesta.