QUIÉREME Y TE QUIERO EL TRIPLE

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*Pov Claudia*

Veía a Martina muy nerviosa. Se echaba las manos a la cara tratando de ocultar su mirada y de no ser la primera en ver el resultado del test. 

No despegué la mirada del test hasta que vi que el resultado del predictor comenzaba a salir y fui yo la que se empezó a poner muy nerviosa. Una rayita. Negativo.

En ese momento me alegré por Martina. Yo estaba segura de que el día que le tocara sería una madre increíble, pero por el momento no quería ser madre, toda decisión es respetable, y yo estaría siempre a su lado para apoyarla.

-Martina... Dije cogiendo el test negativo de la mesa.

-Qué, qué. Dijo apartando las manos de su  cara desesperadamente.

-Positivo, enhorabuena. Dije tratando de no reirme. 

-¿Qué? No, no puede ser, no...

-Que noo, ¡que es negativo tonta! ¡que estás libre! Dije abrazándola. Eso sí, mañana te acompaño al ginecólogo para que te de algo para que te baje, seguramente esto sea causa de un desajuste hormonal.

-Eres una imbécil. Dijo riendo mientras también me abrazaba.

La castaña se me quedó mirando intensamente, sonriente. 

Se podía ver cómo poco a poco el miedo iba desapareciendo de su cara. Aquel momento era el indicado. Sentí una energía positiva que me indicaba que ese era el momento y aquel era el lugar. Ya no podía guardarme aquel sentimiento tan grande hacia la chica de la que llevaba más de un año enamorada. Tenía dos opciones, o decírselo todo, o terminar reventando.

No pude evitarlo y me lancé a los labios de Martina. Ella tardó un poco en apartarse de mi beso.

-Y...¿Y esto? Me preguntó sonriendo de oreja a oreja.

-Esto, eh, porque, pues... Me empecé a poner nerviosa pero me calló con un beso.

-¿Y esto? Pregunté yo, imitándola.

-La chica de la que llevo tanto tiempo enamorada eres tú, Clau. No tenía ni puta idea de cómo decírtelo. Dijo mirándome fijamente a los ojos.

Me quedé mirándola unos momentos, viendo su preciosa sonrisa.

-Clau, ¿Te pasa algo? Dijo sonriendo.

-He sido una gilipollas. Respondí yo sin dejar de mirarla

-Pero,  ¿Qué dices, Clau? 

-Pues digo que soy una estúpida, que yo también llevo enamorada de ti mucho tiempo, concretamente desde el casting. Y me ponía histérica cuando te veía con otra persona, cuando en la casa rural a la que fuimos te oí follar con ese tío me puse malísima, joder, quiero decir, quería ser yo la que estuviera encima de ti. Que quiero ser yo la que te mime y la que te cuide, quiero ser yo la que...

Martina me cortó con un beso al ver lo nerviosa que me estaba poniendo. 

-Pues hazlo, cuídame y te cuido el doble, quiéreme y te quiero el triple.  Clau, no sabes el tiempo que he estado soñando con este puto momento de verdad. Es que, es que, yo pensaba que no era correspondida y por eso no te dije nada.  Me dijo mientras me agarraba la mano.                      Te he intentado sacar de mi puta cabeza de todas las formas que se me han ocurrido, pero no puedo. Has encendido una llama que nadie había prendido antes. Continuó.

Ambas nos quedamos calladas, mirándonos fija y sonrientemente.

-Pero entonces... ¿La chica por la que casi te suicidas... fui yo? Preguntó la castaña cambiando la expresión de su cara.

Clautina. El comienzo de una historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora