*Pov Claudia*
Llegó el gran día.
El día en que iba a presentar formalmente a Martina como mi chica ante toda mi familia.
Sólo mi madre sabía acerca de esto, y yo quería transmitirlo a mis tíos, tías, primos y abuelos. La familia de mi madre consta de 5 hermanos incluyéndola. Cuando pasamos días en el pueblo, nos alojamos en la casa de mis abuelos. Es una casa de dos plantas. La primera tiene una cocina, baño, salón, despensa y garaje, y la segunda consta con 6 habitaciones y un cuarto del baño.
Cuando íbamos todos debíamos apañarnos como podíamos.En la habitación que pertenecía a mi madre había dos camaa de matrimonio y una un tanto más pequeña; de 90 cm.
Mi madre dormía junto con su novio en una de las camas de matrimonio. Y no, su novio no es mi padre. Mi padre falleció hace pocos años.En la otra cama de matrimonio dormía mi hermana Carol junto con mis dos hermanos pequeños. Casualmente la pequeña de 8 años se llama Martina. En la última cama, en la de 90 cm, dormía yo.
Cuando llegamos a casa, no la presente como mi novia sino como una amiga. Quería que todos se enterasen a la vez en la cena. A todos mis tíos y a mis abuelos les cayó bien Martina, claro que había dicho que era una amiga. Propuse a Martina bajar al bar del pueblo, donde estaban mis amigas, que anteriormente habían avisado por el grupo de wathsapp de que habían quedado allí para el reencuentro despuésde años, para tomar un café o unas cañas.
Bajamos y entramos de la mano. Un grupo de actuales adolescentes a las que yo había visto crecer verano tras verano, se nos quedaron mirando en cuanto entramos.
-¿Porqué nos miran así? Preguntó extrañada Martina.
-Se habrán visto Élite. Solté en tono de cachondeo.
Por fin ví a mis amigas sentadas en una mesa del fondo del bar.
-Hombree, la famosa, ¡Cuanto tiempo Clauditis! Dijo Eva.
-¿Clauditis? Replicó Martina entre risas.
-Sí, bueno, es una historia muy lar...
-¡Coño la Martina Cariddi! Soltó cortándome mi amiga Jana.
Miré a Martina y ella me devolvió la mirada sonriendome. Nos sentamos en un par de sillas que había libres y nos unimos a la conversación, pero en ese momento, el tema de conversación pasamos a ser nosotras.
-Bueno ¿Y como es que después de 4 años te ha dado por aparecer, y con ella? Preguntó Delia.
-Pues es que... Dije yo cogiendo la mano de Martina, y poniéndola sobre la mesa mientras entrelazaba mis dedos con los suyos.
- Pero ¿vosotras dos estáis liadas? Dijo una de ellas un tanto sorprendida.
-¡Yo ya lo sabía! Por la publicación de instagram esa de París. Replicó Eva. ¿No la habéis visto?
-Yo lo único que he visto de estas dos es la fiesta del chocolate esa. Le contestó Delia.
A mí se me empezaron a subir los colores, y pude ver como Martina se contenía la risa mientras me veía así.
-Osea que estáis liadas en la ficción y en la realidad? ¡Joder con la tele! Continuó Jana.
-¿Y esto lo sabe tu familia Clauditis? Me preguntaron dos de mis amigas.
-No, a eso precisamente hemos venido. Contesté.
Nos trajeron los cafés, y a varias de ellas unas cañas, y en ese momento mis amigas se quedaron mirando fijamente a algo o a alguien detrás de nosotras. Ambas nos giramos a la vez y vimos a un grupo de 20 niñas de entre 12 y 16 años que venían en busca de una foto.
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Clautina. El comienzo de una historia.
RomanceClaudia Salas y Martina Cariddi, dos grandes actrices que tienen que interpretar el papel de dos personajes que se aman, pero... Se quieren sólo en la ficción?