CAPITULO 2

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Un vampiro real, de carne y hueso, de ojos rojos con expresion fria y despiadada, se encontraba delante de ella, mirándola fijamente como un aseisno a punto de devorar a su presa.

Iba vestido de negro, con botas militares, el cabello oscuro revuelto y despeinado.

La joven se paralizó por el terror al ver las afiladas dagas que colgaban sobre al cintura del vampiro, a pesar de parecer ser joven sus brazos estaban muy desarrollados, cargados de musculatura, se veía atlético y estaba bien ejercitado, como el resto de su raza, su salud parecía ser de hierro.

Detrás de él había otros cuatro vampiros, mostrando así que eran de un rango de poder inferior al que estaba delante liderando al grupo.

Cuando el líder sin decir ninguna palabra hizo un gesto con la cabeza los otros cuatro rodearon a Charlotte dejándola sin escapatoria, habian aparecido de la nada, de un segundo a otro, eran como sombras moviéndose en la oscuridad.

Olian a sangre, a cadáver, a muerte.

"¿Cuantos humanos ilegales habrían matado esta noche antes de venir aqui?"
Pensó ella

La joven tenía el rostro oculto bajo la capucha, sujetando con fuerza la bolsa entre sus manos, como si fueran lo más importante para ella.

En esos medicamentos se encontraba el futuro de su abuela. Se encontraba su salvación, su vida.

-Un humano ilegal robando en nuestra ciudad...Que asqueroso...-dijo el líder mientras se relamia los labios, sus pupilas eran de un color rojizo intenso, tenia las manos en su bolsillo - Eso debe tener un castigo más cruel que la muerte ¿no creéis hermanos?

Todos asistieron.

Charlotte se sintió bulnerable, débil ante tantas bestias asesinas, intimidada con tantas miradas encima suya.

Nunca había sentido tanto miedo.
Nunca se había sentido tan poca cosa, tan pequeña.

-Yo le morderé primero - repitio el mismo vampiro que antes, su piel era tan pálida y blanca, tan celestial que parecía brillar - Vosotros podéis quedaros con los restos de su cadáver.

Charlotte retrocedió al escuchar aquello, el corazón le latía frenético, descontrolado, tenía ganas de llorar, no por ella, sino por su abuela y lo que le pasaría si no le llegaba a dar los medicamentos a tiempo.

Intento huir, dio media vuelta lista para echar a correr, pero seguia rodeaba, era imposible escapar.

-Cesar -dijo otro de ellos llamando al líder - Primero deberíamos acuchillarlo y arrancarle los dedos de las manos de forma lenta hasta que muera de agonía, como castigo por haber robado en tu ciudad.

-No - dijo duramente Cesar, su sonrrisa era de maldad - La sangre sabe mejor cuando su corazón aún bombea de vida.

Charlotte estaba tan nerviosa que su cuerpo temblaba, hasta que recordó que aun tenía bajo el bolsillo de la capa la enorme piedra.

Esa era su oportunidad para distraerlos y escapar.

Metio la mano sobre su bolsillo, la saco y se la lanzó al líder.

Cesar la esquivó sin esfuerzo, sin siquiera inmutarse, su velocidad vampírica era tanto admirable como aterradora.

Este como respuesta se acercó rapidamente a la humana y le lanzó un puño en seco a su pierna, Charlotte se retorció sintiendo como su hueso le ardía de sufrimiento, le dolía demasiado.

-Cuidado con lo que haces, humano - hablo este mientras abria su boca enseñando así sus colmillos afilados y puntiagudos, de manera amenazante - atrévete a lanzarme otra puñetera piedra y juro que estarás muerto antes de dar un paso.

LA LEYENDA DE UN AMOR SANGRIENTO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora