CAPITULO 9

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¿Quien se había llevado a su abuela? ¿Por qué alguien querría secuestrar a una anciana viejita y enferma? ¿Por qué razón?

Charlotte quería irse de esta vida cruel, donde la única persona que le habia querido era su abuela, pero se la habían arrebatado.

Nadie la echaría de menos si desaparecía de esta vida.

Ahora había quedado sola, nadie la quería, no era nada para nadie.

Y aquel sentimiento dolía demasiado.

Cesar corrió y se lanzó a toda velocidad por el precipicio. Sin miedo ni temor, en sus fríos ojos rojos.

Medio segundo después Charlotte abrió los ojos cuando sintió unos brazos firmes y fuertes rodeandola en el aire mientras caía.

Se quedó sorprendida, impactada, era el, estaba ahí, arriesgando su propia vida, todo para salvarla.

Quizás ella estaba equivocada, quizás si era importante para alguien...

Antes de que ambos chocarán contra las peligrosas y violentas olas del mar Cesar la abrazo hacia si mismo con mas fuerza, para usar su cuerpo de escuho y que solo el saliera dañado.

-¡Respira hondo! - ordeno Cesar en un tono firme y tenso, instantes antes de entrar en contacto con el agua.

El impacto fue brusco y demasiado doloroso, el agua helada y congelada hizo enmudecer el cuerpo de Charlotte.

El mar los movía de un lado a otro, de manera agitada, el sol se había escondido detrás de las nubes grises, había tormenta por todos lados, vientos rebeldes que los golpeaban intentando ahogarnos.

La presión de las olas no tardó en arrastrarlos hacia lo más profundo del mar.

Cesar seguía envolviendola con sus brazos, sin soltarla para no perderla de vista, su pecho estaba a presión contra el de ella.

Charlotte abrió la boca de manera angustiosa, intentando coger aire, sus pulmones le pedían a gritos oxigeno, pero lo único que entraba por su boca era agua y agua...

En cambio Cesar estaba intacto, con la boca cerrada aguantando la respiración, no habia signos de falta de aire o mareo en su expresión, parecía estar concentrado en intentar luchar para subir a la superficie.

Pero el mar los empujaba cada vez más y más hacia su oscuro interior.

Cuando el clavo sus ojos en ella, viéndola  con esa extrema debilidad y al borde de perder el conocimiento, supo que su cuerpo humano no aguantaría muchos segundos más debajo del agua...

Ella no tenía su aguante.

Sin soltarla en ningún momento acerco sus labios a los de ella, los abrió y le traspasó parte de su oxigeno.

Sus ojos se cruzaron con intensidad, las pupilas de ambos se dilataron, y ella pareció calmarse por unos instantes.

Sintió como sus pulmones se volvían a inflar, el vampiro le sujetaba la cintura con una mano mientras que con la otra la subia hacia el cabello dorado y rubio de la humana, sus dedos le acarició varios mechones, mientras el aire viajaba de una boca a otra y varias burbujas se escapaban de sus labios únicos.

Habia pequeños peces nadando de un lado a otro intentando sobrevivir de aquella tormenta marina que amenazaba con ahogar a todos.

Sus cuerpos se hundían lentamente hacia el vacío.

El dejo de besarla y le susurró algo sobre el oído.

Algo que ella no pudo entender. Pues su voz quedó inescuchable por el agua y el caos.

LA LEYENDA DE UN AMOR SANGRIENTO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora