-Valla valla...-uno de los otros vampiros se acercó a la joven observandola con descaro y lujuria - Que linda es y que sabrosa parece, quizas podamos divertirnos un rato todos con ella- le acaricio la mejillas, Charlotte puso una mueca de asco, sintió arcadas por aquel contacto tan desagradable.
Cesar sintió el fuerte impulso de apartar a su hermano de la humana, de lanzarle un puño hasta que arrancara sus sucias manos de ella.
Ella se veía tan asustada e indefensa...
-Vosotros no la vais a tocar - anuncio Cesar con seriedad y autoridad, todos lo miraron sin estar de acuerdo, decepcionados por aquella decisión- Yo la morderé, beberé de su sangre hasta matarla y eso será todo. Es lo que siempre hacemos.
-¿Que? ¿Hablas enserio? ¿Quieres desaprovechar ese cuerpo? Creo que es incluso virgen - grito el mismo de antes - Vamos...no seas aburrido...también podemos llevárnosla al castillo y hacerla esclava sexual.
A Charlotte casi se le sale el corazón del pecho al escuchar aquello.
-No somos unos abusadores -Cesar saco de nuevo sus colmillos y miro a su amigo con frialdad, se colocó delante de este y le retó con la mirada - Y tú, capullo, tiene una mujer vampira embarazada. Respetala.
Se quedó callado, avergonzado. Mirando hacia el suelo.
Mientras tanto Charlotte siguió sin decir ninguna palabra. Mirando a todos los vampiros con miedo, su frágil cuerpo temblaba por el miedo, sabia que estaba rodeaba de bestias salvajes, que no tardarían en devorarla hasta beberse su última gota de sangre y dejarla seca por dentro.
-Largaos de aquí- dijo Cesar mirando al resto de vampiros - Yo me encargo.
-¿Qué? ¿De qué hablas? - gritaron casi todos a la vez.
-Hay muchos más humanos ilegales sueltos por la ciudad, id y matádlos mientras yo me encargo de esta. No tardaré - les mintió.
-Pero yo también quiero beber de ella y....- protesto uno hasta fue interrumpido por la dura y agresiva voz de Cesar.
-Es una puñetera orden. Largo de aquí.
Todos se desvanecen tan rápido como corre el viento, de un segundo a otro.
Cuando finalmente se quedaron solos, ambos hicieron contacto visual, y Cesar sintió como su interior ardía de exitaion como nunca antes lo había echo, su miembro estaba tan duro que dolía, y se odió a si mismo por que una simple humana le provocara todo esto.
¿Seria ella su Alma gemela?
-¿Como te llamas? ¿No puedes hablar? - pregunto el, está vez con voz más calmada y suave - ¿Los medicamentos son para ti? ¿Estas enferma?
Pero ella siguió sin responder. Solo mostraba en su rostro miedo, repulsión, su pecho subía y bajaba a toda velocidad, el aire le seguía faltando...
Cesar se dio cuanta de algo que no había notado antes, ella tenía lágrimas en sus ojos, estaba llorando, por su culpa, algo en su interior le dolió por primera vez, nunca jamás había sentido pena por nadie, pero con ella fue diferente.
En ese instante. Se sintió horrible.
-No voy a hacerte daño, pensé que eras un ladrón de los que roban a los de mi especie nuestras riquezas, o un humano cazador de vampiros, últimamente hay más por la zona...- el intento acercarse de manera tranquila e inofensiva hacia ella, pero rapidamente la humana se alejó retrocediendo varios pasos - maldicion, no me tengas miedo.
Cesar podía escuchar el acelerado corazon de la mujer, este escondió sus colmillos, para evitar que ella se asustara aún más.
Volvió a caminar hacia ella, quien inmediatamente volvió a retroceder.
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LA LEYENDA DE UN AMOR SANGRIENTO ✔
VampireUna joven humana, llena de secretos y traumas, acabó rompiendo la regla más importante que había en una Inglaterra del siglo XIX apestada de vampiros sangrientos. "No salgas por la noche" "No pongas un pie fuera de casa tras caer el sol" "No salgas...