𝟾. 𝙲𝚑𝚒𝚜𝚖𝚎𝚌𝚒𝚝𝚘

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𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬
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Después de lo que pasó ayer me fui a mi habitación más tranquilo al haberla dejado segura en su cama, la había cobijado para que no pasara frío y después de tanto llanto, había quedado dormida.

No quiero perderte. —le dije mientras acariciaba su cabello y depositaba un cálido y suave beso en su frente para después irme de su habitación, mirándola en todo momento hasta que llegué al interruptor, aplastando el botón para que las luces se apaguen y así, perdiéndola entre la obscuridad.

No iba a hablar más del tema y, aunque estuvieran rondando en mi cabeza muchas preguntas y dudas — más de las que ya tenía —, no me atrevía a decir nada, ahora solo tenía un propósito; protegerla de todo mal, inclusive de ella misma si es necesario.

Prometió intentar no volver a hacerlo y yo confío completamente en ella, a cambio de esa promesa yo tenía que quedarme callado; ojalá no se entere que ya todos en esta casa lo sabemos, pero no es tonta y probablemente ya lo sepa.

Termina el entrenamiento y agotado subo a mi habitación en busca del uniforme formal para darme una ducha ya que esas molestas gotas de sudor comienzan a bajar por mi cuello y frente, aunque también necesito relajarme un poco.

Meto la mano a la regadera y el agua ya caliente choca con mi piel dejando gotas de agua sobre ella para luego deslizarse por la misma, entro completamente y dejo que el agua moje mi cabello pegándose a mi frente. Paso ambas manos por mi cara tallando mis ojos y en ese momento de oscuridad vuelve a mi mente esa escena de ayer.

Mucha sangre corriendo por su delicada muñeca y ella no hace el mínimo intento de detenerla, se veía que quería continuar con lo que estaba.

Quito mis manos y abro los ojos dando una calada de aire, no quiero ni imaginar que hubiera pasado si no hubiese llegado a tiempo.

Sería la peor pesadilla que me podría pasar.

Creí que el baño serviría para relajarme un poco, pero me equivoqué. Cada que cierro los ojos la veo en la ventana llorando y con la navaja en su mano, las gotas de agua que caen me recuerdan a los chorros de sangre que salían de ella. Me baño lo más rápido que puedo y cierro la llave apresurado, esto se está volviendo tortuoso.

Me envuelvo en una toalla recordando el abrazo que nos dimos, me seco lo mejor posible para teletransportarme a mi habitación y cambiarme ya que solo había llevado al baño un bóxer para cambiarme en cuanto saliera; la ventaja de mi poder es que puedo ir a cualquier parte sin tener que toparme a alguien.

Llego y comienzo a ponerme el uniforme. Cuando termino, con toalla en mano me teletransporto a la lavandería de la casa para dejarla ahí y así mamá pueda lavarla.

—¿Quieres dejar de ignorarme? —suena la voz de Klaus al otro lado de la puerta.

¿Quién lo está ignorando? y más raro aún, ¿Por qué está cerca de la lavandería?

Mi curiosidad es más fuerte que yo y decido quedarme, casi que pegando mi oreja derecha a la puerta para "escuchar mejor".

—No te estoy ignorando, ¿ves?, ya te contesté. —Ocho

—Sí, pero no me estás mirando. —se escucha silencio.

¿se habrán ido?, quería saber qué estaba pasando.

—¿Podemos hablar un minuto? —al parecer no se fueron

—No puedo.

—¿Por qué no? Te noto bastante desocupada.

—Porque... —se escucha más cerca y noto como la perilla de la puerta comienza a moverse indicando que van a entrar, rápidamente me aparto para que no se notara que estaba escuchando su conversación. 

Marrón con verde se encuentran y me quedo paralizado, es un efecto que causa en mí cada que hacemos contacto visual.

—Porque Cinco me dijo que me iba a enseñar cálculo.

¿Qué?, sé lo que esto significa y no es que me moleste, sino que ahora tengo que ver en sus problemas.

—Nunca vas, ¿Por qué ahora sería diferente? —pregunta Klaus y por más loco que suene, por primera vez estoy de acuerdo con él.

Ella se acerca a mi y me agarra del brazo, entrelazándolos y eso me deja más paralizado, siento presente el rubor en mis mejillas y a mi corazón acelerarse más y más, pero intento ocultar mi emoción.

¿Cómo es que pasamos de ni siquiera hablarnos a tomarnos del brazo?

Esto debe ser un sueño y si es así, que nadie me despierte nunca o lo encontraré y haré que pague.

—Porque quiero aprender, ahora... adiós. —se despide y luego de un momento sin hacer nada me mira nuevamente—. Tienes que teletransportarnos ahora. —ella susurra y le hago caso, teletransportándonos a mi habitación.

Esto es raro, nada incómodo, pero si raro. Nunca me había imaginado en esta situación.

—Ay ya, pregunta, sé que querés saber que pasó.

—Para nada. —me hago el desinteresado porque ¡Claro que quiero saber que pasó!

—Bien —se va en dirección a la puerta de mi habitación, ¿Así de rápido deja de insistir?—, Gracias por la ayuda.

—No, no, no —me teletransporto frente a la puerta y agarro la manija en dónde está su mano, quedando mi mano sobre la suya sintiendo esa suavidad—. L-lo siento —la quito y ella hace lo mismo, se cruza de brazos frente a mi—. ¿Por qué no te quedas y hablamos? —propongo

—Vaya. Cinco Hargreeves tiene una gran reputación que cuidar y no la quiere arruinar dando a conocer que le gusta el chisme. —camina a mi ventana y la abre para sentarse en ella, me estoy dando cuenta de que le encanta estar a un empujón de la muerte.

—¿Le vas a decir a alguien? —ella niega y da palmadas a la madera a su lado en la ventana indicando que me puedo sentar ahí y eso voy a hacer, no voy a desaprovechar la oportunidad de estar a su lado aunque sea unos minutos.

El destino quería que hoy habláramos y no me puedo oponer.

∗ ⋅◈⋅ ∗

Resumiendo lo que me contó; se le declaró a Klaus y eso me rompió el corazón — años observándola y no me di cuenta de que ella miraba a alguien más con, probablemente, los mismos ojos con los que la miro a ella —, pero eso no me va a detener, tal vez no podamos llegar a ser algo en unos cuantos días, meses o hasta años, pero jamás voy a dejar de amarla; esperaré por ella lo que sea necesario porque mierda, definitivamente ella lo vale.

La razón por la que anoche la encontré en esa situación — que ya no quiero recordar, sino olvidar —, fue porque él no correspondió de la misma forma sus sentimientos; hay gente tan suertuda en este mundo, pero son tan inútiles que desperdician esa gran oportunidad que se les da.

No entiendo como es que Klaus pudo haber rechazado a tan magnifica persona; ese torpe sin cerebro tiene bien merecidos unos golpes.

¡¿Cómo pudo rechazarla?!

Se ha metido tantas cosas a su cuerpo que ya le está afectando hasta el cerebro.

Es como si le hubieran ofrecido drogas y las hubiera negado; okey, mal ejemplo, pero la metáfora y la referencia se entienden.

Después de platicar un poco de ello, ella se va a su habitación diciendo que quería descansar y olvidar todo lo que había pasado. Obviamente prometió no hacerlo de la forma en la que pensé en cuanto mencionó sus planes.

Cuestión de tiempo [The Umbrella Academy☂️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora