Cuestión de tiempo [The Umbrella Academy☂️]

𝟹. 𝙰𝚛𝚛𝚒𝚎𝚜𝚐𝚊𝚛𝚜𝚎

𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬
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Hace unos años, tuvimos nuestra primera misión. Todos —menos Vanya—, estábamos tan nerviosos y ansiosos corriendo de un lugar a otro en busca de nuestros uniformes para poder salir y enfrentar el crimen, tanto que padre nos reunió antes de salir de la casa y nos dijo una frase que hasta ahora se hace presente en mi día a día: "Para ganar en esta vida, hay que arriesgarse".

Eso es justo lo que haré.

Ayer me quedé con la duda —de nuevo— por averiguar qué es lo que está pasando con mi querida Ocho. Quiero lo mejor para ella y por eso tengo que ganarme su confianza para así poder platicar y ayudarla en lo que necesite.

Ahora es el momento, después de la cena todos van a sus habitaciones y cada uno por su rumbo, es el momento indicado para acercarme a ella y poder hablar sin interrupciones —además de que este día padre si que se pasó con el entrenamiento, nos puso a subir y bajar las escaleras corriendo y sin descanso por unas treinta veces, ¿Para qué? No tengo ni la más mínima idea—. Ahora todos deben estar lo suficientemente cansados como para llegar a sus habitaciones y caer rendidos en sus camas.

Me acerco a ella despacio, casi de cuclillas para que ninguno de mis hermanos nos vea, aunque dudo mucho que les interese lo que haga.

Ella va subiendo las escaleras supongo que para ir a su habitación, debe estar muy cansada y la comprendo, también quiero llegar a mi cama y dormir el mayor tiempo posible.

Llega a la segunda planta y camina en dirección a su habitación, iba a seguirla, pero justo Vanya se interpone en mi camino.

—Hola, Cinco —se pone frente a mi, impidiendo que vea a Ocho.

—Hola, Vanya —intento mirar detrás de su hombro y alcanzo a ver cómo mi querida ocho se hace invisible antes de entrar en su habitación. Extraño.

—¿A dónde ibas? Tu habitación queda por allá —señala frente a ella, en dirección a mi habitación haciendo que vuelva mi mirada a ella.

—Oh, es verdad —contesto como si me hubiera confundido—. Debe ser porque estoy cansado.

—Si, tuvieron un entrenamiento muy pesado. Creo que debes descansar.

—Sí... ¿Ibas a decirme algo?

—No, no era nada importante. Otro día cuando tengas más energías te digo... Adiós —es lo último que dice para retirarse casi corriendo por el pasillo.

—Adiós —respondo con confusión al notar el nerviosismo que la invadía, de eso sé yo. La sigo con la mirada, viendo como se aleja por el pasillo y entra a su habitación.

«¿Qué será lo que me quería decir…?»

Esa pregunta se va de mi cabeza rápidamente cuando recuerdo a mi querida Ocho y lo que estaba haciendo antes de esa interrupción.

Camino en dirección a mi habitación no sin antes dar una última mirada a su puerta, me pregunto por qué se hizo invisible antes de entrar.

Gracias a estos años siguéndola y conociéndola a mi manera, logré desarrollar un sexto sentido que es el de localizarla y saber si se encuentra con nosotros incluso si está usando sus poderes.