𝟷𝟷. 𝙻𝚊 𝚜𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊

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𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 𝐇𝐚𝐫𝐠𝐫𝐞𝐞𝐯𝐞𝐬
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Es sábado y eso solo significa una cosa.

—¿Listo para las donas? —pregunta Ocho entrando eufórica a mi habitación sin tocar la puerta, menos mal que estoy vestido ya.

Asiento felizmente y ambos salimos de la habitación.

Hace tiempo la veo diferente, más sonriente y cada vez disfrutando más los momentos que vive.

Desde esa noche en dónde la fuimos a rescatar de ese encierro, la he notado más relajada, y no sé si tiene algo que ver con ese lugar, con la mirada que le ha echado padre al verla fuera sin su permiso ó porque al fin nos llevamos mejor entre hermanos.

Siempre que estamos juntos, intento hacerla sentir a salvo. No sé si funciona y no sé si es verdad su felicidad, suele guardar sus sentimientos en lo más profundo de su ser y sabe actuar tan bien, que no siempre se nota cuando miente.

La observo con detalle, viendo sus movimientos minuciosamente para averiguar si miente o finge justo en este momento.

—Estoy bien, ¿Okey? —hace que salga repentinamente de mis pensamientos—. No debes sobre pensarlo.

Al parecer no sólo está en ellos, sino que también sabe leerlos.

Agarro mi café, dándole un sorbo y sintiendo su amargura en mi boca, al igual que su calor bajar por mi garganta.

—No sé de qué hablas —Miento.

—Mientes —y ella lo sabe.

—Mi orgullo me prohíbe aceptarlo, así que hablemos de otra cosa —respondo y ella rie por mi comentario.

Le doy una mordida a mi dona, saboreando su dulzura y disfrutando de esa melodiosa risa.

—Bien, Señor orgulloso. ¿Qué tal está esa dona de jalea?

—Es lo mejor que existe, y la combinación con café negro es lo máximo.

—Ya lo veo. Tienes jalea al rededor de los labios.

—¿Me vas a limpiar? —pregunto coqueto.

Hace un rato vi a una pareja que había hecho eso, la chica le limpiaba con una servilleta a la otra chica. Un gesto raro, pero al parecer romántico para ellas.

—No, que asco, sigue soñando. —auch, pero me agrada que compartamos opinión al respecto.

Vuelve a mirar al frente y puedo notar... ¿Una sonrisa?

Sí, está sonriendo y puedo asegurar que está un poco sonrojada.

Eso hace que yo también sonría.

Vas con todo el día de hoy, Cinco Hargreeves.

—Oigan, chicos, cómo el número uno —ya va a empezar— quiero felicitar a todos antes que nada. Son buenos en lo que hacen y ya nos merecíamos un descanso, en especial en este día, nuestro día ta-

—¡Feliz cumple a todos, mamones! —grita Klaus interrumpiendo el intento de discurso de Luther.

Alzando su batido de fresa hace que los demás levantemos nuestras bebidas, dejando sin opción a Luther, quién se resigna y alza también su malteada de chocolate.

Chocamos los vasos como gesto de brindar por un año más de esta tortuosa y anormal vida que llevamos. Damos un sorbo y continuamos para ya terminar de comer e irnos a casa antes de que se den cuenta de nuestra ausencia.

Cuestión de tiempo [The Umbrella Academy☂️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora