La noche había caído, y la oscuridad se había apoderado de todo el departamento, pero si alguien se quedaba un poco más y esperaba a que sus ojos se acostumbraran, verían una silueta de un hombre, encorvado en la esquina de una ventana; agarrando un bowtie y presionándolo en su pecho.
El departamento no era ruidoso, ni nunca fue silencioso. La quietud del lugar siempre era perturbada por los sollozos y súplica del hombre en el alféizar de la ventana, rogando porque su familia volviera.
Aquella era la vida de Yoongi ahora. Cada día, cada noche esperando. Cada mañana y cada tarde, él esperaba. Pero, nadie regresaba.
Aunque eso no le impedía mantener los oídos alerta para detectar cualquier signo de retorno de Jimin. Él podía ser considerado como muerto en vida, pero tuvo que permanecer fuerte; necesitaba seguir viviendo porque todavía no se había disculpado, ni le había dicho al hombre que ama que lo ama.
Así que cuando escuchó unos pasos fuera de la puerta, rápidamente saltó de su posición, corrió hacia la puerta y la abrió, incluso antes de que su visitante tuviera la oportunidad de tocar.
Se quedó sin aliento al ver al hombre frente a él. Ahí estaba, Park Jimin en toda su gloria. Quería abrazarlo y besarlo, pero la ira ardiente del menor lo había detenido.
— Jimin — Yoongi susurró en su lugar, y poco a poco levantó la mano para tocarlo con sus dedos. Sólo sería un roce, necesitaba tocarlo.
— No lo hagas — Jimin frunció el ceño y dio un paso atrás del alcance de Yoongi. — No estoy aquí para hacer las paces contigo. Estoy tan aburrido y cansado de tus juegos Yoongi. Sólo quería saber por qué. ¿Por qué me hiciste todas esas cosas horribles? ¿Por qué te gusta hacerme daño? — Jimin preguntó amenazantemente con lágrimas en los ojos. — ¿Estás feliz ahora que nuestro bebé se ha ido?
— ¡No Jimin! Por favor escúchame, por favor. Lo siento... no quise decir lo que dije... mentí, mentí al decir que yo no quería al bebé... mentí cuando dije que yo no te quiero. ¡Mentí! ¡Mentí! — Yoongi gritaba a pesar de las miradas malvadas de Jimin, él dio un paso adelante y agarró los codos del menor. — ¡Te amo! Por favor, Jimin, créeme cuando te digo que te amo. Tú eres la cosa más increíble que me ha pasado.
— ¡No, no, no! — Jimin negó y luchó para liberar sus brazos de las manos de Yoongi. — No quiero creerte, tú querías esto, Querías que nuestro bebé muriera... querías que lo de nosotros no existiera más, para que pudieras estar con Hoseok. Deja de mentir Yoongi — Jimin gritó. — ¡No me mientas más!
— No bebé, por favor, mírame — Yoongi le rogó y tomó la cara de Jimin con sus manos. — Mírame a los ojos y dime que estoy mintiendo cuando digo esto — Yoongi se detuvo mientras esperaba pacientemente a que los sollozos de Jimin pararan para que pudiera mirarlo. El mayor respiró hondo y dijo con sinceridad. — Tú eres el amor de mi vida, Jimin. Y yo soy la peor persona en todo el mundo por hacer que la persona que más me importa sufra a causa de mi propia estupidez. Lo siento, lo siento por hacerte daño — Yoongi apoyó suavemente la frente con Jimin y cerró los ojos. — Por favor, Jimin... por favor créeme que yo realmente te amo — susurró sobre los labios de Jimin.
— Yo... yo... — Jimin trató de hablar antes de que sus labios temblorosos fueran capturados por Yoongi.
El mayor aprovechó que Jimin se encontraba en estado de shock para apoderarse de su boca y rápidamente hundir su lengua en la boca abierta del menor. Sorbió la lengua de Jimin con la suya, tratando de todas las formas posibles de degustar al menor. Yoongi lo besó apasionadamente duro, pero después de un rato, se dio cuenta de que Jimin no le devolvió el beso. Separó los labios y apoyó la frente en el hombro derecho del menor.
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Want to want me. Yoonmin
FanfictionUna noche. Dos extraños. Un error. Dos corazones rotos. Un bebé.