Capítulo XV

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— ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! — Yoongi maldijo al tiempo que golpeaba su cabeza contra la pared del ascensor. —¿Por qué siempre tengo que arruinar las cosas?— Se preguntó frustrado. No debería haber imaginado que André era Pickles; debería haber cerrado su maldita boca, y no recordarle a Jimin y a él mismo su hijo muerto. Realmente debería dejar de esperar que él y Jimin pudieran ser una familia otra vez.

Debería, pero simplemente no podía dejar de imaginar cómo sería su vida si Pickles hubiera sobrevivido.

El sonido del ascensor hizo que dejara de golpearse repetidamente la cabeza, indicándole que había llegado al piso de Jimin que estaba justo tres pisos más abajo que el suyo. Una cosa que había aprendido en los pasados cinco años era que tenía que decirle inmediatamente a la gente que le importaba cuan arrepentido estaba. Había cometido ese error con Jimin; al esperar hasta que Namjoon lo ayudara a darse cuenta de su error; él no se imaginaba en ese entonces que le tomaría años volver a ver a Jimin de nuevo para disculparse con él. En cambio ahora, no necesitaba que su hermano le dijera que lo que hizo había sido estúpido, él lo sabía y trataría de arreglar las cosas con Jimin otra vez.

El ascensor se abrió e inmediatamente buscó el número del departamento de Jimin. Exactamente como los otros departamentos en el edificio, el de Jimin tenía su propio timbre. Lo apretó y esperó pacientemente hasta que Jimin abriera la puerta.

Yoongi escuchó un grito ahogado dentro del departamento, y un momento después la puerta se abrió, dejando ver a un cansado y desaliñado Jimin.

— ¿Yoongi? ¿Qué estás haciendo aquí? — Jimin preguntó con ojos cansados y sus dedos presionando en las sienes al tiempo que descansaba un lado de su cuerpo en el marco de la puerta.

— Yo... yo vine a disculparme — comenzó a hablar Yoongi, pero se distrajo al ver a Jimin y no pudo evitar preocuparse por la palidez inusual en el menor. — ¿Estás enfermo?

— Ughhh... creo que agarré un virus mientras estaba en el hospital — Jimin contestó y dejó escapar una tos seca. Sin dudar, Yoongi chequeó la temperatura de Jimin, colocando la palma de su mano en el cuello de éste.

— ¡Jimin, estás ardiendo! — Yoongi exclamó y empujó ligeramente a Jimin, haciendo que entrara al departamento, de manera que no le agarrara una corriente de viento en el pasillo. — ¿Tomaste alguna medicina? — preguntó Yoongi.

El virus nubló el juicio de Jimin, por lo que no tuvo reparos cuando Yoongi lo tocó.

— No, todavía no. Acabo de hacer dormir a André — trató de responder Jimin.

— ¿Cuál es tu habitación?

— ¿Disculpa? — Jimin quiso sonar incrédulo, pero la ronquera de su voz lo hizo imposible.

— Necesitas descansar, Jimin. Déjame cuidarte — Yoongi suplicó. Sabía que no debería sentirse contento de que Jimin estuviera enfermo, pero tener la oportunidad de cuidar de él de nuevo igual que cuando estaba embarazado de Pickles era algo grande para él.

— Realmente pienso que es una mala idea — protestó Jimin y le dio la espalda a Yoongi. — Estoy bien Yoongi, deberías de irte... — Pero en cuanto comenzó a caminar, tambaleó, y Yoongi lo agarró a tiempo. Jimin tuvo que aceptar la mala idea de Yoongi. — Mi habitación está allá — señaló una puerta de madera al otro extremo del pasillo.

Yoongi puso su mano izquierda en la espalda de Jimin y lo guió hasta su habitación. No tuvo tiempo de admirar la habitación porque su mente daba vueltas ante la idea de que EL ESTABA DENTRO DE LA HABITACION DE JIMIN. 'Es un progreso' pensó.

Yoongi acostó suavemente a Jimin en la espaciosa cama y lo cubrió con el edredón.

— Espera un minuto. Dijo Yoongi y salió de la habitación, buscando y encontrando el baño. Abrió el botiquín para buscar medicinas para el resfriado y un termómetro, y luego fue a la cocina a buscar un vaso de agua tibia. Una vez que tuvo las cosas que necesitaba, regresó rápidamente a la habitación de Jimin.

Want to want me. YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora