Capítulo XX | FinaL

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Un año después.

— ¡Feliz Navidad! — Jungkook gritó cuando Jimin le abrió la puerta y procedió a envolverlo en un abrazo de oso con un solo brazo, equilibrando a su hija en su cadera.

— ¡Feliz Navidad, grandote!— Jimin bromeó y miró con entusiasmo a su hermano, aun abrazándolo por la espalda. Luego separó sus cuerpos para poner a su sobrina, Yuna, al frente. — ¡Adelante! Yoongi está en la cocina y André está arriba en su habitación — dijo invitando a pasar al resto de su familia.

Besó la mejilla de Taehyung y lo ayudó con el gran abrigo que llevaba para resguardarse del intenso frío.

— ¿Cómo está Yuna? — Jimin preguntó preocupado por su sobrina, quien había estado internada en el hospital recientemente. — ¿Se encuentra suficientemente bien como para realizar un viaje hasta acá con un clima como este?

— Cariño... — Somin, quien se estaba sacando su grueso abrigo negro, fue la que respondió a sus preguntas porque Taehyung se estaba enfadando ante la insistencia de Jimin. — Les dijimos muchas veces que la infección no fue fatal. Yuna se encuentra perfectamente. — Somin consoló a su hijastro.

— Solo estoy preocupado de que algo malo le pueda pasar... — dijo Jimin tímidamente. — Soy su tío...

— Exactamente — dijo Taehyung, parándose porque se había agachado para ayudar a su hijo mayor a quitar la nieve que se le había pegado en el corto camino del auto a la entrada del edificio. — Soy su papá y sé que Yuna está perfectamente bien como para viajar. Ella hubiera hecho un escándalo si le cancelábamos su primer viaje a Seúl. Y no tienes idea de lo diva que puede llegar a ser a los seis años.

— De tal palo, tal astilla — Jimin murmuró y rió cuando Taehyung lo admitió al contestar con un —exactamente—.

— Okay, ¿dónde está ese esposo tuyo? — Jungwoo preguntó de mala gana después de colgar su abrigo en el perchero.

— Papá... — Jimin se acercó despacio a él y lo abrazó — ¿Cuándo vas a dejar de amenazar a Yoongi? Ya han pasado casi dos años desde que volvimos a estar juntos, no puedes utilizar la misma amenaza una y otra vez — Jimin dijo porque cada vez que Jungwoo y Yoongi estaban bajo el mismo techo; su padre siempre acorralaba a Yoongi y lo amenazaba con que no volvería a ver a Jimin si le rompía el corazón de nuevo.

— Si cariño... — Somin apoyó a Jimin. — En cierto modo, perdió el impacto en los últimos años — bromeó Somin antes de caminar hacia la cocina.

— Pero es divertido burlarse de él, me gusta cuando sucumbe ante mi mirada fulminante — Jungwoo se quejó. Le encantaba ver la reacción de Yoongi. Porque cada vez que le decía esas amenazas vacías, veía en los ojos del muchacho el amor que le profesaba a su hijo. Sin embargo, aseguraba por sobre todo, que le divertía la reacción de Yoongi.

— ¡Papá! — Jimin lo regañó por última vez, dándole una mirada fulminante que había perfeccionado en los últimos años al ser un padre de un niño muy travieso.

— Bueno... bueno... uh... — Jungwoo se rindió. — ¿Por qué no puede un viejo divertirse amenazando al marido de su hijo? — Jungwoo murmuró por lo bajo.

— No te preocupes papá, puedes hacer eso de nuevo una vez que Yuna y Ryujin tengan edad suficiente para tener una cita — Jimin dijo dándole palmaditas en la espalda de su padre.

— Hablando de mi nieta... ¿dónde está? — Jungwoo preguntó por su nieta de tres meses de edad.

Jimin caminó hasta que entraron a la sala de estar y apuntando a la cuna colocada en una esquina de la misma.
— Ella acaba de despertarse. Si quieres le puedes dar el biberón. — Jimin sugirió y como si le hubiera leído la mente. Yoongi apareció a su lado, con una botella de leche tibia y se la entregó a Jungwoo.

Want to want me. YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora