Mary Jane historias de cama

2.2 La película porno

LA CITA CON CHRIS PARTE 2

Luego de ese beso, MJ aceptó entrar a ese horrible cine. Al entrar a la sala, como casi no había gente salvo por otras dos parejas, MJ volvió a pensar que las películas debían de ser sacadas de la basura, pero igual ya estaba ahí, y Chris valla que le había asegurado que la película le encantaría, así que decidió darle una oportunidad a todo eso.

Se sentaron en un par de butacas bastante apartadas de las otras parejas y lo primero que hizo Chris fue ponerle una mano sobre la descubierta pierna. De repente la pantalla se iluminó y Mary Jane vio algo que nunca se imaginó, pero que cuando lo vio, no logró quitar los ojos de la pantalla, quedando hipnotizada por lo que veía.

Ante sus jóvenes ojos de tan solo 14 años, se proyectaba una película donde la pareja se besaba con extremo arrebato, arrancándose la ropa y llegando hasta la cama. Aquello era un cine porno y todas las sensaciones que había en la pantalla se transmitían hacía la pelirroja, alborotado sus hormonas, extasiando su mente y humedeciendo su entre pierna.

La mujer de la película estaba completamente desnuda, agachada sobre un hombre también desnudo y chupándole el pene, mientras que él gemía y mostraba gestos de placer.

La mano que Chris tenía sobre su pierna poco a poco empezó a moverse, acariciándole el muslo.

—Esto es increíble... —dijo MJ con los ojos clavados en la película, fijos en como la mujer metía todo el pene de ese sujeto en su boca.

—Lo sé bombón, el sexo siempre es increíble —dio un pequeño apretón a la pierna de la chica y ella rápidamente pasó sus ojos de la pantalla hacia Chris.

—Hazlo de nuevo —ordenó con decisión, él, encantado, lo volvió a hacer, causándole un placer desconocido a la chica, quién lo disfrutó bastante, sintiendo como esa sensación le recorrió todo el cuerpo.

Volvió los ojos a la película, ahora el hombre besaba con gran perversión los enormes pechos de la mujer, que parecía disfrutar mucho de cómo ese sujeto le chupaba los pezones.

Mary Jane sintió tantas ganas de sentir lo mismo que la mujer y justo en ese momento la otra mano de Chris la sujetó de la cara y volvió a besarla de forma mucho más apasionada.

Ese beso valla que elevó la temperatura de ambos, pero ella quería más que simples besos en la boca teniendo una película porno en frente. Empujó al muchacho rompiendo bruscamente el beso y, con movimientos que asemejaban a un robot, se desabotonó la blusa y reveló su brasier, dejando al muchacho con la boca abierta por lo que veía en la realidad y no en la pantalla.

—¡Bésame! —volvió a ordenar aún más enérgica

Chris no esperó a oírlo dos veces y hundió la cara en los grandes senos de la chica, quién jadeó como la mujer de la película. Los labios de Chris se restregaban por la parte del pecho de MJ que el brasier no cubría, mientras que ella lo apretaba a de la cabeza, empujándolo más hacia ella, sintiendo tan ardiente ese contacto, las manos del muchacho se había aferrado a su cadera, transmitiéndole más sensaciones, pero entre más besos daba, movió una de sus manos e intentó bajar una de las copas del brasier, pero ella lo detuvo.

—¡Espera! —dijo evitando que uno de sus pezones quedara al aire —Solo sobre la ropa ¿Sí?

Chris no pareció tan contento con la barrera que le había impuesto su compañera, pero aceptó cuando ella le puso su mano en el pantalón, frotándolo sobre el cierre. Él desistió de la idea de buscar más piel pero sí tocando sobre la ropa donde hubiera quedo ver.

Ahí, en medio de un cine porno. Mary Jane Watson, a la corta de edad de tan solo 14 años estaba teniendo su primera experiencia sexual.

Como ella pidió, los besos y las caricias se hicieron únicamente por encima de la ropa, pero aquello era un faje realmente intenso, y a pesar de solo tener experiencia besando, con el gran ejemplo de la "espectacular" película que tenía, ella rápidamente demostró tener talento para excitar a un hombre.

Cuando la película se acabó, las luces no se encendieron, y ella, por la escaza inocencia que aún guardaba, pensó que había sido solo suerte, sin saber que así solía ser en aquel cine, al que al principio consideró un asco, pero que luego de ver la gran cartelera que ofrecía, lo considero el mejor de la ciudad.

Estaban subiéndose a la moto cuando Chris le propuso ir a un lugar más privado, y como su mirada de pervertido era muy evidente, ella supuso correctamente que si le deicida que sí, era para continuar su cita haciendo porno de verdad. Estaba tan extasiada por lo que había presenciado y también por lo que hizo, que quiso quitar esas limitaciones que ella misma puso y sentir plenamente lo que tanto le gusto ver, tanto, que estuvo a punto de decir que sí.

Pero por más extraño que fuera, de forma muy sensata hizo caso a los recuerdos que aparecieron en su mente, por lo que logró negarse dando por terminada con mucho éxito su primera cita, en la que más allá de pasarla bastante bien con Chris, conoció su más grande gusto.