Parte 67

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** 3 DÍAS DESPUES**



~ Narras tu~

El viento movía todo ligeramente, las hojas se balanceaban con él, como una melodía.
Yo estaba inclinada sobre el balcón del hotel, mis manos apretaban fuerte el barandal. Estaba nerviosa, no podía creer que éste día hubiera llegado en un abrir y cerrar de ojos. Aún podía recordar las tantas veces que me fugué con Nash hace mucho tiempo. Todas esas veces que él salvó mi vida. Bajé la mirada hacia la calle. Él había hecho todo eso por amor.
Reí silenciosamente y recordé por qué estaba aquí en primer lugar. El anillo de diamantes parecía brillar aún mas mientras pensaba en eso. Levanté mi mano un poco para admirar lo bello que era, (http://28.media.tumblr.com/tumblr_lyrp2fwTkA1qdk47vo1_500.jpg) traté de evitar las lagrimas de alegría que amenazaban con salir de inmediato. 

Aún no estaba segura de que toda mi familia atendiera a mi boda. Fue una conversación algo intensa que tuvimos hace dos meses, solo había hablado con mi madre.
Recuerdo llegar a casa con Nash, Alan, y una persona del FBI. Estaba temblando cuando tocamos a la puerta, la reacción de mi mamá no era explicable con palabras, estaba anonadada al verme. Abrió sus brazos hacia mí y echó a llorar. La abrazé con la misma fuerza y la tranquilizé; los ojos de mi padre mostraban aún mas emociones que un libro de acción.
Hubo un largo silencio mientras abrazaba a mis padres y luchaba contra las lágrimas. Después me senté junto a Nash mientras el agente del FBI explicaba todo, al parecer Nathan ya les había contado todo lo que le había pasado. Al final todos estaban felices, bueno, exceptuando a Nathan.
Días después de quedarme en la casa de mis padres, por desobedecer hace ya años y no aparecer en mucho tiempo, fuí a hablar con Nathan. Lo encontré lanzando piedras hacia el cesped del parque, estaba solo, y ahí fue cuando caminé hacia él. Estaba sorprendido de verme ahí, de venir a verlo. Podía sentir un dolor inmenso por él, un dolor que se quedaría en mí por siempre si no hablaba con él.

Tu:Perdón, Nathan.- comenzé a decir, volteé e intenté irme de nuevo hasta que me detuvo.
Nathan:Espera.- exclamó, me detuve y él se puso delante de mí. - ¿No me dejarás felicitarte?

Nunca le dije a Nathan sobre la boda, no pude evitar llorar mientras me abrazaba con fuerza. Nat siempre había sido mi mejor amigo, dejando de lado lo que él sentía por mí, siempre lo amaría por ser quien fue conmigo. 

Nash había ido a trabajar y a terapias el mes anterior. Me visitaba cada fin de semana, y eso ayudaba a que lo aceptaran más en la familia, incluso los primeros días fueron incomodos, pero tratamos de ignorar lo que había pasado. Mi hermano parecía estar mejor desde que lo dejé de ver hace tiempo, y se portaba bien con Nash, haciendolo sentir parte de la familia, platicaban mucho, veían juntos partidos de foot ball.
Mis perros Leo y Gio seguían viviendo en mi patio, parecía que se llevaban muy bien, no podía decidirme a cual de ellos quería mas.
Mi mamá había estado muy ocupada y siempre presente con los preparativos de la boda. Le había contado que me casaría antes de que Nash llegara a pedir mi mano oficialmente un domingo en la mañana, mi madre había ido a trabajar cuando le dije, ignorando el miedo que sentía por ver su reacción. La reacción de mi padre no fué lo que yo esperaba, yo sabía en el fondo que él quería que yo siguiera estudiando, conseguir un trabajo estable antes de lo demás. Pero estaba muy contento también, abrazó a Nash y le dió su palabra.

Todo eso me llevaba de nuevo al por qué sentía que estaba muriendo por dentro, las mariposas no se detenían.
Ni si quiera pude mirar al reloj, ya era tiempo de ponerme mi vestido de novia. Entré a la habitación y cerré las cortinas, lista para vestirme. Mi madre probablemente estaba muriendo por verme. 
No podía tranquilizarme, sin importar cuanto lo intentara, solo imaginaba a Nash ahí afuera esperando estar conmigo. 

Comenzé a quitarme la ropa y a ponerme el vestido (http://24.media.tumblr.com/tumblr_lzlmwxH55C1rpv349o1_500.png) , usé el vestido que mi mamá usó en su boda, era una tradición, lo único que notaba mal era que ella tenía mas curvas que yo, y mi cintura no estaba tan acentuada. Pero el vestido era perfecto, no era demasiado llamativo ni demasiado simple, era justo como me gustaba. 
Me las arreglé para no arruinar mi rostro y mi cabello, me miré al espejo. Me quedé sin palabras, sin duda no era yo. Me acerqué mas al espejo y estiré mi mano tocandolo, la chica del otro lado hizo lo mismo. Pero seguía segura de que no era yo. 


~ Narra Nash~

Arreglé mi corbata, Alan seguía hablandome de las terapias y el doctor. Parecía estar realmente preocupado sobre mi estado de salud, aún si no había vuelto a enloquecer desde el día en que maté a Ben.

Alan:Si sientes que no puedes controlarte en lo que hagas no dudes en llamarme.- dijo él. Suspiré aburrido.
Nash:Sabes que nunca heriría a ______.- respondí, él simplemente me dedicó una mirada que me decía "Nunca sabes". Miré a lo lejos. - Deja de cortar mi inspiración.- le dije. Alan rió. - No me obligues a arrepentirme de hacerte mi padrino de bodas.- bromeé y se levantó.
Alan:Eso sería imperdonable, señor.

Hubo un largo silencio y ví a Alan mirando hacia la ventana.

Nash:No puedo creer que estoy aquí.- dije en voz baja.
Alan:Y estoy orgulloso de lo que estés.- respondió. Sonreí y me ví al espejo.
Nash:Mira mi corbata, no está tan mal ¿verdad? Nunca había atado una antes. - murmuré. Alan volteó a ver.
Alan:¿Como la ataste entonces? 
Nash:Uhmm...

Traté de no prestar atención a la televisión, estaba pasando una serie sobre un hombre, en una escena el ató su corbata y yo solo lo copié.

Alan:¿Instinto?- preguntó él mirando hacia la television, bromeando. Lentamente se acercó a mí y suspiró. - Nash... te he acompañado desde hace tiempo, desde un punto en tu vida donde las cosas se han ido de las manos. - murmuró, puso sus manos sobre mis hombros. - Y no sabes lo orgulloso que estoy de poder verte esperarla en el altar. Y me siento seguro al decir que te he visto luchas por tu felicidad. - dijo con un hilo de voz. Podía ver en sus sabios ojos lágrimas escondidas entre sus pupilas, sentí un nudo en la garganta y bajé la mirada, dandome cuenta el gran significado que había detras de esas palabras.

Me enamoré de un asesino. (Nash Grier y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora