Parte 35

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Desperté al escuchar el sonido de la lluvia... ¿Lluvia hoy?.
Me levanté, éran las 9 a.m. Me estiré para relajar mis huesos, sentí un hormigueo. Miré hacia mi ventana, estaba lluviendo.

Ni si quiera una tormenta me iba a impedir ir a visitar a Nash. Me vestí con mi abrigo negro con jeans obscuro, blusa en cuello 'V' negra con zapatos negros también. Dejé mi cabello caer naturalmente ondulado hacia abajo, ya lo tenía más largo, tenía que cortarlo pronto.
Bajé las escaleras y ví una nota de mis padres encima de la mesa.

"Hey _________, buenos días cariño. Fuimos a visitar a tu hermano, y después iremos al supermercado. Si necesitas algo, llamanos. Regresaremos antes de las 3.
Te amamos. 
Mamá y papá."

Suspiré. Me habían dejado desayuno, y aún estaba caliente. Desayuné huevos con tocino y un vaso de jugo de naranja.
Nash... él me había cocinado hace tiempo... y el sabor del desayuno jamás iba a ser el mismo. Terminé y subí de nuevo a mi habitación por mi sombrilla. Tomé mi bolso y lo colgué por encima de mi hombro.

Decidí llevar el auto, ya había sacado mi permiso, lo obtuve un poco antes de conocer a Nash. Oh bueno, la policía no iban a revisar si soy menor o no, lo que checaban éra si iba a exceso de velocidad. 
No me maquillé ni nada. En primer lugar ¿Por qué lo haría? Casi no lo hacía, y además estaba lluviendo. 
Saqué el BMW negro de la cochera, lo encendí y lo arranqué. Ya tenía algo de tiempo desde la última vez que lo había manejado, no es que tuviera miedo. Éra solo que no había tenido oportunidad para hacerlo.

Pasé por la florería y compré un ramo de rosas blancas. El precio la verdad no me importó, tenía suficiente gasolina, el tanque estaba lleno. Conduje fuera de la ciudad hacia el cementerio, en la lluvia; éra buena manejando, también éra rápida. Solo tenía que revisar si no había policías que me detuvieran por ir rápido. 
Finalmente llegué al cementerio, estacioné el auto en el estacionamiento. Lentamente me salí y cerré el auto, caminé entre las calles llenas de piedras, mi sombrilla se quedó rígida a pesar de la lluvia, gracias a Dios.
Busqué alguna señal de dónde se encontraba su tumba, caminé y caminé buscandola por casi 35 minutos. Finalmente, la encontré. Estaba cerca de unos arboles, en un borde. 

Me acerqué y la toqué... Mi Nash estaba enterrado ahí, bajo aquella tumba de madera de cedro, talvez no éra tan elegante como las demás tumbas, y eso me recordaba mucho a él.
Me pregunto... me pregunto ¿quién habrá venido a su funeral? El único del que estaba segura de que había ido éra su hermano. Caí sobre mis rodillas y recargué mi rostro hacia su tumba.

~Nash Grier. Un joven que fué encontrado en el camino de la vida. 28 de Diciembre de 1997 - 26 de Dciembre de 2014~

Miré fijamente su tumba, de repente mis ojos se pusieron borrosos, escondí mi rostro entre mis manos. Mientras bajaba mi sombrilla, no me podía ir de ahí. Nash éra todo para mí, lloré hasta que sentí que estaba seca de lagrimas. Pensé entonces que no podía llorar más. 
Miré de nuevo su tumba, no podía decirle adios. Finalmente, me levanté. Sentía que había pasado una eternidad, antes de que me diera cuenta, la lluvia ya se había quitado.
Me levanté y le dediqué unas palabras, cortas, pero significantes. Para terminar con un corto y sincero - Te amo Nash Grier -
Tomé de nuevo mi sombrilla y la cerré. Me quedé ahí parada un rato más hasta que el sol finalmente apareció.

Entonces, me dí cuenta que no muy lejos de ahí, hacia la derecha, unos arboles que se alborotaban aún sin que hubiera viento......

CONTINUARA... 

Me enamoré de un asesino. (Nash Grier y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora