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Sujeta velas.

Lucas

Su postura es más segura ahora, entra haciendo notar su presencia, rápidamente Liam y el abogado se giran hacia nosotros, Jace deja de ver su teléfono y se acerca a nosotros.

—¿Esta todo bien?—pregunta.

Ella asiente, y noto como sus hombros ya no cargan con la tensión que solían cargar al salir al pasillo.

—Sí, de hecho, quería hablar contigo, y claro, con usted—se dirige hacia el abogado.

Me quedo tras de ella cuando el señor Vincent se acerca, quedándose frente a nosotros tras la mesa del escritorio.

—¿Qué sucede?

Jace nos mira intercaladamente esperando a por una respuesta.

Una idea cruza mi cabeza y escucho a Meer tomar aire, me adelanto y tapo su boca con mi mano.

—En realidad, quería darle yo la noticia—ella se gira y de reojo me observa extrañada.

Miro a mi hermano con seriedad y veo como sus cejas se fruncen esperando a que hable.

—Vas a ser tío.

Su rostro pasa de la incredulidad a ponerse realmente pálido, lo miro y no dejo que ninguna emoción se vea reflejada en mi rostro.

—¿¡Que!?—chilla—. Es broma, ¿Cierto?

Mira hacia Mila y veo como la duda se instala en su mirada, siento a Meer asentir, siguiéndome el juego.

Meer quita mi mano de su boca.

—¿TAN RAPIDO?—vuelve a chillar mi hermano—. ¡No duraron ni una semana!

Meer se sonroja y se voltea hacia mí.

—De ti me lo esperaba hermano—se gira hacia mí, aun pálido—. ¿Pero tú, Meer? ¡Si tienes el rostro de un ángel!

No logro aguantarlo más y estallo a carcajadas.

—¡No!—escucho a Meer decirle, me doblo sobre mi estomago aun riendo y escucho la voz de la mujer de ojos azules continuar hablando—. No es verdad.

Suelta pequeñas risitas nerviosas en los que Vincent se remueve incomodo y Liam nos observa, divertido con la situación.

Ya nos conoce este buen hombre.

—Jo... me hacía ilusión—dice mi hermano, saliendo de su trance.

—Bueno, no he dicho que quizá en un futuro no lo seas...—siento la mirada de Meer sobre mí, sin embargo no volteo hacia ella.

—No sabía que querías ser padre—la escucho murmurar.

—Muy bien...—la voz del abogado se hace notar—. ¿Teníais algo que decir?

Meer lo mira frunciendo un poco su ceño, casi puedo leer su mente.

"Que hombre más gruñón."

—Sí, eh...—comienza ella—. Bueno, acepté vuestra oferta pero... creo que no sería la mejor para llevar a cabo tal gran trabajo, sí que puedo hacerlo, tengo la experiencia y demás...

Mi hermano la observa, inclinando levemente su cabeza.

—Pero a lo que quiero llegar es...—suspira—, que no sería bueno continuar con ello por mucho tiempo más, por mi salud mental.

El silencio inunda la habitación, el abogado masajea sus sienes y Liam la observa intentando ver a donde quiere llegar. Jace por otro lado, parece realmente entristecido por la noticia.

Counting StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora