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Otro cambio entre narradores. <3

Lucas.

Te amo.

Mis nervios incrementan conforme nos vamos acercando, Meer tararea la letra de una canción resonando en la radio conectada su celular, concretamente Counting Stars de OneRepublic. A pesar de ser mi canción favorita, el recordar hacia donde nos dirigimos me mantiene serio, con la vista fija en el frente.

—¿Qué sucede?—pregunta ella notando mis hombros tensos.

No hablo, porque sé que mis palabras delatarían mi nerviosismo.

—¿Lucas?—inclina su cabeza hacia mí.

—Oyeeee...—pincha mi mejilla con un dedo.

Mantengo la vista fija en la carretera, manteniendo mi boca sellada.

—¿Cariño?—inmediatamente me giro para verla, sonríe victoriosa y yo suspiro. Ella sabe que esa palabra es mi debilidad, siempre y cuando sea ella quien me la diga—. ¿Ocurre algo?—me pregunta con sus ojitos preocupados.

—Nervioso estoy—y, tal y como esperaba, mis palabras me delatan.

—¿No habías quedado en buenos términos con mi padre?—inclina un poco su cabeza.

—Miedo da porque y cambió opinión de me si—suspiro.

Me da miedo porque ¿y si cambió de opinión?

Suaviza su mirada, con su mano acaricia mi mejilla y yo inclino mi cabeza hacia su tacto, temiendo que mis defectos lleguen a alejarla.

—Mi padre no es un hombre que cambia constantemente de opinión—intenta convencerme—, además, ¿Qué importa si lo hace? No me alejaré de ti porque el decida que no le agradas.

Me sonríe dulcemente y, yo comienzo a enamorarme cada vez más de la mujer frente a mí.

Y es que ella es perfecta a mis ojos.

Hermosa.

Paciente.

Sensible.

Empática.

Y sus besos, la mejor adicción que he conocido.

—Ya mejor dime que no eres real—le digo y una pequeña risa se escapa de sus labios.

—Por fortuna para ti, lo soy—sonríe abiertamente. Se inclina para besarme antes de volver a su asiento.

Vuelve a reproducir la canción desde cero, comienza a cantarla abiertamente, yo complemento con ella la letra, sube el volumen del radio dejando que la música nos envuelva a ambos, nos mantenemos cantando, yo complementando sus palabras y ella las mías, creando así un ambiente cómodo en el que ambos nos soltamos cantando casi a gritos mi canción favorita.

—I see this life, like a swinging vine.

—Swing my heart across the line.

—And in my face is flashing signs.

Mi corazón late frenéticamente mientras la observo bailar al ritmo de la canción, su cabello a los lados de su rostro por la ventanilla abierta y el viento chocando contra sus mejillas enrojecidas, y en estos momentos, no puedo tener mejor vista que esta.

Mi mente comienza a maquinar, pensando en cada locura que he cometido por ella, cada cosa que hemos hecho juntos, recuerdo sus mejillas llenas de masa de pastel, su camisón con pintura rosa luego de haberme quedado con su bonita pintura de un árbol con flores, su mameluco de panda, su ceño fruncido viendo las ecuaciones de secundaria que intente que resolviese.

Counting StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora