¿Cómo está tu corazón después de romper el mío?

¿Te gusto?

Alex termino su presentación con una canción que el había compuesto, la gente reunida en la cafetería le aplaudió y le pidieron otra canción, Steve también le aplaudía pero se detuvo al recordar a Bucky. 

Para el no era difícil olvidarlo y luego de todo lo vivido...

Alex termino la canción, bajo del escenario y fue hacia donde estaba Steve esperándolo, el muchacho al verlo sintió que quería correr hacia el y abrazarlo pero no sabia como el reaccionaria ante tal cosa, así que decidió controlarse.

-Espero no te hayas aburrido-Alex se sentó frente a el y un mesero se acerco a el dándole un vaso con agua 

-De hecho si-Steve se puso serio y Alex se rasco su cabeza, sintiéndose un poco mal por lo que Rogers había dicho-Obvio no, me encanta como cantas...

-¿¡Entonces si te gusto!? Mi presentación claro esta-Alex cambio de actitud luego de haber caído en la broma de Steve, por un momento había creído que si era un patán de verdad.

-Eres un artista en todos los sentidos y te mereces el reconocimiento-Steve poso su mano encima de la que Alex había puesto en la mesa, durante un segundo ambos se quedaron mirando a los ojos y una niña se acerco a Alex para pedirle un autógrafo    

-¿Como te llamas preciosa?-Alex le pregunto a la niña de cabellos cenizos. 

-Aurora

-Hermoso nombre princesa-Alex le sonrió a la niña, firmo la hoja de papel que le había dado la niña y luego de hacerlo la pequeña fue con su mama que la esperaba en su mesa

-¿Sabes que es lo curioso de esto?-Steve le dijo a Alex mientras observaba al horizonte, pensativo

-¿Que cosa?

-Siempre he soñado con tener una niña y llamarla Aurora-Steve soltó un suspiro.

Alex tomo la mano de Steve sin que el lo esperara y cuando lo hizo, ambos sonrieron. 

Al salir de la cafetería la nieve ya cubría la mitad de la calle, Alex ni Steve habían salido preparados para una nevada de la casa de Sarah, se estaban congelando. 

-¿Que hacemos?-pregunto Alex mientras se frotaba los brazos para calentarse 

-Podemos llamarle a Sam y que venga por nosotros.

-No podemos, la carretera puede que este igual que aquí-Alex señalo la nieve que cubría la calle- no podemos ponerlo en riesgo, hasta que mañana limpien la carretera regresaremos a casa, mientras tanto tendremos que buscar asilo en un hostal o algo parecido. 

Steve asintió y tomo a Alex por la espalda para cubrirlo un poco del frio y buscaron un hostal en todo el pueblo, hasta que encontraron uno muy cerca de la calle Primavera. 

Al entra a la recamara que parecía salida de una postal navideña una chimenea de ladrillos rojos, pequeños sillones de color rojo y una mesita en el centro a la  orilla había solamente una cama con las sabanas blancas y con orillas bordadas a mano de color azul.