EXPLOSIÓN

Capitulo 12

—¿Por qué estabas rara cada vez que te llamaba por teléfono?

—No era estar rara... estoy preocupada por el caso— mintió— Rachel me había llamado y contado de las novedades antes.

—No te preocupes por el caso, Britt... any— Santana había ido a visitar a la rubia quien hoy recibiría el alta— Vas a tener que hacer reposo como te dijo el médico.

—No, San, no quiero— se quejó haciendo un puchero.

Y eso hizo que Santana tuviera un viaje mental al pasado, y se le vinieron a la cabeza todos los recuerdos de cuando se Britt hacia ese gesto.

Y no hace falta aclarar que conseguía casi siempre lo que quería.

—Britt, ya estamos grandes— sonrió mientras revoleaba los ojos— Tenes que hacer reposo.

—Tana...

No.

Por favor no.

Cada vez que Brittany le decía Tana, Santana nunca se negaba.

—Agente Pierce, es una orden— trató de decir sería.

—Sanny...— siguió intentando de convencerla.

Y mucho menos se podía negar con ese apodo.

—¿Es un viaje al pasado esto?— preguntó sonriendo y la rubia asintió— Britt, en serio, tenes que hacer reposo, por favor.

—San, no puedo quedarme sin hacer nada, y cabe aclarar que en el hotel donde estoy no puedo siquiera investigar a Sam.

—Hace el reposo en mi casa— soltó sin pensar y Britt alzó las cejas— No podes salir al campo... y en mi departamento tengo una computadora de la agencia y cosas que te pueden servir, quédate hasta que termine el caso conmigo.

—¿Y qué hago con Sam?— preguntó— Aceptó no venir estos días, pero en algún momento puede hacerlo.

—Decile que... vas a visitar a una vieja amiga por unas semanas— se encogió de hombros riendo— Que no aparezca en ese tiempo.

—¿Es en serio tu oferta?— preguntó, alzando ambas cejas.

—Creo que si— dijo riendo— Si, Britt. Tengo una habitación de invitados con una cama bastante cómoda, además prefiero que estes ahí que tengo un sistema de seguridad.

—¿Cómo le vas a explicar a tus agentes que tenes a una viviendo en tu casa?

—Soy su jefa, no me van a decir nada.

—Está bien...— sonrió— Tengo que pensar una mejor excusa para Sam, pero acepto.

—Genial— su celular sonó y al ver el mensaje suspiró— Tengo que irme, los hermanos López llegaron a la agencia.

—Suerte.

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Luego de la conversación con su madre el otro día, había ordenado a unos agentes que contactaran a sus hermanos y arreglaran su vuelta al país, ya que estaban en Tokio.

Ahora, estaba a punto de cruzar la puerta dónde se encontraban sus hermanos menores, los cuales iban a estar muy enojados cuando se enteraran todo lo sucedido, y si, con razón.

Santana antes de entrar suspiró varias veces para prepararse para lo que estaba a punto de enfrentar.

—Buenos días— sonrió sinceramente, aunque sea en esta situación, es bueno verlos y que estén sanos.