Capitulo 28

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—¿Se divorció?— preguntó Blaine, comiendo una papa frita.

—Sip— asintió.

—¿Hablaste con ella después de eso?— preguntó Kurt.

Santana se encontraba en la casa de su mejor amigo porque la invitó a cenar.

Le venía bien distraerse de todo por solo un rato, y más si era con ellos dos. La latina venía de un año bastante agotador, y los momentos donde podía relajarse eran contados con los dedos de una mano.

—Nop.

—¿Y qué va a pasar ahora?— preguntó Blaine.

—No lo sé— respondió sincera— ¿Tenes whisky?

—Obvio bobis— respondió riendo, yendo a buscar la bebida para su amiga.

—Toma poco, Tana. Tenes que manejar— le dijo Kurt.

—Puedo manejar hasta con los ojos cerrados— respondió, y agradeció asintiendo a Blaine cuando el le dió un vaso de Whisky.

Los tres se dirigieron a la sala de estar de la casa del castaño. Blaine y Kurt se sentaron en el sillón grande, uno al lado del otro, mientras que Santana se sentó en un individual frente a ellos.

—San...— habló su mejor amigo sonriendo dulcemente, mientras tomaba la mano de su novio.

—¿Si?— preguntó alzando una ceja y con el vaso a medio camino, sabiendo que Blaine le pediría algo.

—Somos mejores amigos hace años, te amo y me amas— recordó— Y por eso sos la primer persona en quien pensé para esto.

—¿Necesitas dinero?— preguntó riendo.

—No, déjalo terminar— intervino Kurt riendo nervioso.

—La razón por la cual te invitamos a cenar, además de porque queríamos pasar tiempo con vos— dijo de manera obvia— es porque... te quería contar, y pedir algo...

—Habla— se cruzó de piernas y se recostó en su asiento.

—Lo primero, es que nos vamos a casar— dijo sonriendo, y Santana lo imitó.

—¿En serio?— dijo feliz.

—Si— respondió Kurt.

—¡Felicitaciones!— se quiso levantar para ir a abrazarlos, pero la mano en alto de su amigo la hizo volver a sentarse.

—Eso no es todo— rió nervioso— La segunda noticia, es que estamos planeando tener un hijo.

—¡No!— dijo sonriendo contenta— ¿En serio?

—Si— contestó nuevamente Kurt.

—Y antes que te levantes— intervino Blaine sonriendo— Queríamos pedirte que seas la donante del ovulo.

Santana alzó ambas cejas por la sorpresa, y no caía en lo que su amigo le estaba pidiendo.

Aunque le puso muy contenta que lo haga.

—Claro que si— respondió sonriendo mientras se levantaba— ¿Se imaginan un bebé mío con alguno de ustedes? pff, sería la definición de perfección.

—¿En serio?— preguntó Kurt emocionado.

—No pienso quedar embarazada, así que busquen a otra persona— aclaró bromeando— Pero estoy muy agradecida de que me lo pidieran. Nada me haría más feliz.

—¡Te amo, latina hermosa!— Blaine se levantó contento y la levantó del suelo en un abrazo.

—Yo también— contestó riendo— Felicitaciones, chicos.

EXPLOSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora