EXPLOSIÓN

Capitulo 1

Hoy sería un día bastante aburrido para Santana y su equipo.
En el día de ayer cerraron un caso en el que estuvieron trabajando por meses, entonces el día de hoy, no tendrían nada para trabajar.

Aunque siempre encontraban algo para hacer.

—Buen día— entró Santana a la oficina.

—Que carita, jefa— bromeó Blaine, el es el genio informático, además del líder de la unidad científica, y también, el mejor amigo de la latina.

—¿Tu novia te mantuvo entretenida?— preguntó Quinn alzando las cejas. Ella era agente de campo, y además, la mejor amiga de Santana.

—O ella entretuvo a su novia— bromeó Kurt, otro agente de campo, también era el novio de Blaine, aunque ambos lo negaban ya que en el FBI están prohibidas las parejas en un mismo equipo a no ser que estén casadas, pero Santana odiaba esa regla, así que no les decía nada.

—¿Es manera de hablarle a una jefa?— preguntó alzando las cejas, sentándose en una silla giratoria.

—Si— habló su hermano riendo— Ahora en serio ¿que pasó?

—Nada. Absolutamente nada. Acabo de ir a hablar con Maribel, y no tienen ningún caso para asignarnos— dijo molesta— Además, tengo un mal presentimiento. ¿Jake, hablaste con papá esta semana?

—Nop.

—Por un lado es bueno el que no tengamos casos, ya que es país no está en riesgo— Quinn se encogió de hombros.

—Yo me aburro sin casos ¿ninguno quiere hackear a algún ex o algo? los ayudo— rió Blaine.

—Mi única ex es una agente, de poco serviría hackearla— contestó Santana riendo.

—Además de que es ilegal— agregó Jake. El siempre fue muy correcto.

—Sos agente del FBI, Junior— le decían así por ser el más chico de los López— Nada de lo qué haces es legal.

—¿Fabray, estás diciendo qué haces cosas ilegales?

—Todo. El. Tiempo— contestó— La vida es una.

—Así se habla— la animó Blaine.

Los agentes siguieron pasando el tiempo hablando ya que seguían sin tener nada que hacer.

Además de que era aburrido, no les gustaba los días así porque eran la calma antes de la tormenta, y más cuando Santana decía que tenia un mal presentimiento, porque siempre tenía razón.

Y, si, hoy también la tenía.

—¿Que está pasando?— preguntó Jake cuando los celulares de todos sonaron al mismo tiempo.

—Es la jefa, está convocando a una asamblea— respondió Blaine.

El equipo, y los demás trabajadores del FBI, rápidamente se dirigieron a donde Maribel les había ordenado.

En el lugar, lo único que se escuchaban eran cotilleos de las personas tratando de saber que estaba pasando, ya que era poco común que la jefa convoque a todos.

Cuando Maribel Fields apareció en la planta de arriba, Santana y Jake pudieron reconocer en la cara de su madre que algo estaba mal.

Muy mal.

—Buen día a la gente que no tuve el placer de saludar hoy— comenzó a hablar y carraspeó, apoyando sus manos en la baranda— aunque realmente, no es uno bueno, ya que acabo de recibir una mala noticia. Una tragedia acaba de suceder— se le notaba la voz bastante afectada— Acaban de atacar las oficinas del FBI en Los Ángeles. Por lo poco que sé, piensan que fue un ataque terrorista, aunque yo no estoy muy segura de eso.