Capitulo 13

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—¿Y qué le dijiste a Sam?— preguntó Santana alzando las cejas mientras tomaba un sorbo de agua, apoyada en la encimera.

—Que tuve que viajar con una amiga— se encogió de hombros, apoyando sus codos en la mesa— No sabe que estuve en el hospital.

—¿Estás bien?

—Si, San— respondió sonriendo dulcemente por la cara de preocupación de la latina— ¿Vos?

—Tengo que estarlo... ahora que están Noah y Emily acá, tengo que cuidarlos, y para eso tengo que estar bien— contestó mirando el vaso en sus manos.

—Están grandes, y son militares, saben cuidarse.

—Son mis hermanitos, Britt.

—Lo sé, pero no son tu responsabilidad. ¿Cómo estás?

—Destruida— dijo riendo sin gracia— Creo que debido a mi trabajo todavía no terminé de caer que mi papá y hermano no están más, y... siento que cuando lo haga, siento que cuando termine de aceptarlo... no lo voy a poder superar, y mucho menos si no puedo proteger a mi familia, o mis agentes en esta misión.

—San, cariño, no tenes que proteger a nadie, todos son agentes altamente calificados— respondió— Estás cargando con una carga que no te corresponde.

—¿Proteger a mis agentes?

—Culpa por lo que le sucedió a Jake— contestó y se levantó de su asiento para caminar hasta la latina— No tenes la culpa, era imposible encontrarlo, San.

—Lo sé, pero...— dijo al borde de las lágrimas.

—No, pero nada— la interrumpió dulcemente, acariciando su mejilla— Se te permite estar mal, tu hermano fue asesinado, pero no te voy a permitir que cargues con culpa por eso, no la tenes.

—Puede que no tenga la culpa por lo de el pero...— tragó por el nudo que se formó en su garganta— Vos recibiste un balazo por mi culpa, y pudo ser fatal.

—Pero no lo fue, y acá estoy. Y tampoco fue tu culpa, cada vez que salimos al campo sabemos el riesgo que conlleva. Yo elegí esta profesión, yo elegí interponerme entre la bala y una persona que amo, Santana, y lo volvería a hacer. Una y mil veces.

—¿Sabes que yo también recibiría una por vos, cierto?— preguntó mirando fijamente a sus ojos.

—Lo sé— asintió.

—Pero por favor, no vuelvas a interponerte, Britt. No podría soportar perderte, y mucho menos por mi culpa.

—Lo volvería a hacer para que vos no resultes herida, Santana— respondió, y luego para sacarle seriedad a la conversación agregó sonriendo divertida— ¿Somos buenas ex, eh?

—Te estás recuperando en mi casa, supongo que eso lo dice todo— respondió sonriendo también— Siento todo lo que te dije el otro día, Britt. Estaba enojada, no se que me pasaba.

—Está bien, San— contestó alejándose un poco, porque estaban demasiado cerca...

—No, no lo está— negó, y agarró su brazo suavemente para impedir que se aleje, porque le encantaba su cercanía— Confío en vos más que en nadie actualmente, se que no serías capaz de una cosa así, y mucho menos de lastimar a algún integrante de mi familia. De verdad lo siento, te traté muy mal, Britt, nunca me lo voy a perdonar.

—Lo sé, cariño, te conozco lo suficiente para saber que estás diciendo la verdad— suspiró— Me dolió que pienses eso de mi, pero estás pasando por un momento muy delicado, está bien que no confíes en todo el mundo— agregó— Pero quiero que sepas, que yo siempre, Santana, siempre, voy a hacer todo lo que esté en mi alcance para proteger a los López. No solo porque fuiste mi novia— desvío por un segundo sus ojos a los labios de la morena, gesto que no pasó desapercibido para ella— si no también porque ellos fueron prácticamente mi segunda familia.

EXPLOSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora